Según el ministro de Unificación de Corea del Sur, Chung Dong-young, será inevitable ajustar los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos si se busca celebrar una cumbre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo norcoreano, Kim Jong-un, en la primera mitad del próximo año.
Chung declaró que el período en torno a la visita prevista de Trump a Pekín en abril será un «momento decisivo» y llamó a trabajar activamente de aquí a marzo para facilitar el encuentro. Esta declaración se produce después de que el ministro de Defensa norcoreano, No Kwang-chol, condenara los recientes ejercicios aéreos entre Seúl y Washington, así como la visita del portaaviones USS George Washington a Corea del Sur, acusando a ambos aliados de elevar las tensiones y prometiendo que Pionyang tomará «acciones más ofensivas».
Contexto de Tensión
El contexto de tensión incluye el lanzamiento el viernes de un misil balístico de corto alcance por parte de Corea del Norte y las sanciones impuestas esta semana por Estados Unidos a personas y empresas acusadas de financiar los programas armamentísticos de Pionyang.
Según el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) surcoreano, Corea del Norte habría considerado reunirse con Trump durante su reciente visita a Corea del Sur a finales de octubre, en el marco de los eventos del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, aunque el encuentro no llegó a concretarse, pese a las constantes invitaciones del mandatario estadounidense.
Ejercicios Militares Clave
El NIS señaló que no descarta que el encuentro entre Kim y Trump llegue a producirse después de unos ejercicios militares clave entre Corea del Sur y Estados Unidos previstos para marzo de 2026.
En resumen, Corea del Sur está dispuesta a ajustar sus ejercicios militares con Estados Unidos con el fin de facilitar una histórica cumbre entre los líderes de Corea del Norte y Estados Unidos, en un intento por reducir las tensiones en la península coreana.
