En un caso estremecedor de violencia de género, un hombre ha sido acusado de retener y golpear brutalmente a su pareja durante tres días en Puerto Montt, en la región de Los Lagos. Tras la audiencia celebrada en el Juzgado de Garantía, el sujeto quedó en prisión preventiva por los delitos de femicidio frustrado, secuestro y daños.
Según la Fiscalía, el imputado privó de libertad a su pareja desde el 23 de octubre hasta el 26 del mismo mes. Durante ese período, la golpeó repetidamente con objetos contundentes e incluso le aplicó llaves de lucha para intentar estrangularla. Para evitar que la mujer escapara, el hombre cerró el portón de la casa con un candado.
Todo este ataque habría sido desencadenado después de que el sujeto revisara el teléfono móvil de la víctima, el cual posteriormente destruyó. La defensa argumentó que la mujer llegó con lesiones al domicilio, alegando que terceras personas la habían agredido tras no concretar la entrega de marihuana en la cárcel. Sin embargo, el juez consideró que la destrucción del celular, las lesiones de la afectada y los antecedentes recabados eran suficientes para establecer que la libertad del imputado representaba un peligro para la seguridad de la sociedad.
Antecedentes Penales del Acusado
Cabe destacar que el acusado ya había sido condenado en 2020 por robo con violencia y este año por porte de arma cortante. Estos antecedentes, sumados a la gravedad de los hechos denunciados, llevaron al juez a ordenar la prisión preventiva del imputado y a fijar un plazo de 80 días para la investigación de este caso de violencia de género.
Protección a la Víctima
La decisión del tribunal de mantener al acusado en prisión preventiva tiene como objetivo prioritario salvaguardar la integridad y la seguridad de la víctima. Estos tipos de delitos, lamentablemente, suelen escalar rápidamente y poner en grave riesgo la vida de las mujeres. Por ello, es fundamental que la justicia actúe con firmeza y celeridad para evitar consecuencias aún más trágicas.
Este caso pone de manifiesto la urgente necesidad de seguir trabajando para erradicar la violencia de género en nuestra sociedad. Solo a través de una respuesta integral, que combine la acción de la justicia, las políticas públicas y la educación, podremos avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.