Tras una serie de eventos turbulentos en su vida, la reconocida actriz chilena Leonor Varela ha emprendido un viaje de autodescubrimiento que la ha llevado a reclamar un nuevo hogar en la ciudad de las luces: París. Luego de los devastadores incendios forestales que afectaron a California y su separación del padre de su hija, Varela decidió dar un giro radical a su vida, trasladándose a Francia junto a su pequeña Luna de 10 años.
Para Varela, esta decisión no fue tomada a la ligera. «Me estoy dando tiempo para mí, para reflexionar, para estar con mi hija y volver a un lugar que me formó. Mi alma, mi ser, necesitaba ese entorno», explica la actriz, quien pasó parte de su adolescencia en la capital francesa. Más allá de la búsqueda de su propio bienestar, Varela tenía una preocupación fundamental: la identidad cultural de su hija.
Forjando una Identidad Multicultural
Según Varela, la inquietud de que su hija, nacida en Estados Unidos, se convirtiera en «gringa» la llevó a tomar acción. «Si yo no la saco de acá, si no le doy otra cultura, voy a tener una hija gringa. Y yo no soy eso, necesito darle otra cosa», confiesa la actriz.
Esta decisión se vio reforzada por la «situación actual, cultural y políticamente hablando» que atraviesa Estados Unidos, la cual comenzó a agobiarla. Así, Varela buscó brindarle a su hija una experiencia más enriquecedora, alejada de la homogeneidad cultural que percibía en su país de origen.
Redescubriendo Raíces en París
Para Varela, París representa mucho más que una simple mudanza. Es un regreso a sus orígenes, a un lugar que la «formó» y que le ofrece la tranquilidad y familiaridad que necesitaba. «Un espacio que me hace muy bien y me recuerda quién soy», afirma la actriz.
Ahora, Varela y su hija se encuentran inmersos en una experiencia cultural enriquecedora, con Luna recibiendo clases en línea para poder pasar más tiempo con su padre en Madrid. La actriz ha estado más cerca de Chile también, gracias a las visitas recurrentes a su pareja, el empresario Pablo Courard.
Un Año de Prueba en Europa
Si bien Varela inicialmente planeaba una estadía de un año en Europa como una «especie de año de prueba» para su familia, es evidente que esta decisión ha sido transformadora. Lejos de la vorágine de Estados Unidos, la actriz ha encontrado en París un espacio de reinvención personal y de fortalecimiento de los lazos con su hija.
A través de este viaje, Leonor Varela no solo ha redescubierto sus raíces, sino que también ha logrado brindarle a su hija una oportunidad única de desarrollar una identidad multicultural, enriquecida por las diversas influencias que ahora forman parte de su vida.