Tras años de dificultades y falta de coordinación, la Municipalidad de La Florida y el Gobierno de Chile han dado un paso decisivo para resolver la crisis de la Toma Dignidad, el mayor asentamiento irregular de la comuna. La publicación del decreto de inhabitabilidad en el Diario Oficial marca el inicio del desalojo total y la recuperación definitiva del terreno, donde se proyecta construir un parque público para los vecinos y vecinas del sector.
El terreno, ubicado en la quebrada de Macul, fue declarado oficialmente como zona de peligro aluvional tras una tragedia en 1993 que cobró la vida de 26 personas. A pesar de ello, la Toma Dignidad comenzó a instalarse durante el estallido social de 2019 y se expandió rápidamente durante la pandemia, llegando a concentrar 416 sitios y cerca de 251 familias, según el último catastro.
Coordinación Interinstitucional y Acompañamiento Social
Ahora, con la publicación del decreto, la Municipalidad de La Florida y el Gobierno de Chile han iniciado un trabajo coordinado para acompañar a las familias que cumplan con los requisitos legales y puedan acceder a una solución habitacional. Esto incluye la entrega de subsidios de arriendo y la identificación de programas habitacionales definitivos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Paralelamente, se está realizando un catastro animal en la Toma Dignidad, con el objetivo de identificar, esterilizar y resguardar a las mascotas que actualmente viven en el lugar, para posteriormente facilitar su adopción responsable.
Recuperando el Espacio para la Comunidad
El alcalde de La Florida, Daniel Reyes, ha calificado este proceso como «histórico y necesario» para la seguridad comunal. «Tenemos el deber moral y legal de recuperar este espacio para los floridanos, de restaurar el imperio del Derecho en nuestra comuna, y de transformar este punto de dolor en un parque de esperanza, seguridad y encuentro para toda la comunidad», afirmó.
Con la publicación del decreto, la Municipalidad de La Florida da inicio a la fase final de recuperación total del espacio, poniendo fin a una ocupación que se extendió por más de cinco años. Un proceso que, si bien implica desafíos, representa una oportunidad para construir un futuro más seguro y equitativo para todos los habitantes de La Florida.
