Un nuevo y sorprendente antecedente ha salido a la luz en torno al caso de Krishna Aguilera, la joven de 19 años encontrada sin vida el pasado domingo en Calera de Tango. Según información revelada en el matinal Contigo en la Mañana, la familia de Krishna había decidido mudarse hace poco más de un mes y medio para protegerse de eventuales represalias del «Guatón» Beltrán, principal sospechoso del crimen y la última persona que vio con vida a la joven.
Sin embargo, lo que nunca imaginaron era que el propietario del inmueble que arrendaron era José Raúl Montecinos, uno de los detenidos en la investigación. Según explicó la periodista Daniela Muñoz, el arriendo se gestionó a través de una corredora de propiedades, por lo que la familia nunca tuvo contacto directo con el verdadero dueño. «Esto se dio por un tema de corredora, había un intermediario que recibía el dinero del arriendo. No tenían idea con quién se estaban vinculando», comentó la profesional, asegurando que la familia «recién se enteró» de que Montecinos mantenía lazos con Beltrán.
Montecinos, quien trabajó en una panadería perteneciente a un socio del principal sospechoso, fue el sexto y último detenido del caso. Las autoridades confirmaron que será formalizado por secuestro con homicidio e inhumación ilegal, delitos que lo vinculan directamente con la muerte de la joven. Además, una investigación de BBCL Investiga reveló que el testimonio del propio Montecinos fue clave para ubicar el cuerpo de Krishna Aguilera el pasado domingo 26 de octubre, permitiendo cerrar una intensa búsqueda que mantenía en vilo a la comunidad.
Hasta ahora, son seis los detenidos por el crimen: el «Guatón» Beltrán, José Raúl Montecinos, una menor de 17 años, su madre Rosa Oñate, además de Jordan Pinto e Ignacio Escobedo. El caso sigue generando consternación y nuevas revelaciones sobre la compleja red de vínculos entre los implicados.
