El implacable huracán Melissa ha tocado tierra en Jamaica, azotando la isla con vientos devastadores de hasta 295 kilómetros por hora (185 millas). Este ciclón, catalogado como uno de los más intensos registrados en la cuenca del Atlántico, ha sido calificado por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos como una amenaza extrema y mortal para la población.
Melissa entró a Jamaica cerca de New Hope, en el suroeste de la isla, convertida en un huracán de categoría 5, la máxima escala en la escala Saffir-Simpson. Según el NHC, el huracán viene acompañado de vientos catastróficos que podrían causar fallos estructurales totales, especialmente en las zonas montañosas, donde las ráfagas pueden ser hasta un 30% más fuertes.
Lluvias torrenciales y marejadas peligrosas
Además de los vientos devastadores, Melissa también trae consigo lluvias torrenciales que podrían acumular entre 38 y 76 centímetros (15 a 30 pulgadas), con máximos de hasta 1 metro (40 pulgadas). Esto provocará inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra generalizados en toda la isla.
Las autoridades jamaicanas han instado a la población a buscar refugio de manera inmediata, ya que se trata de una situación extremadamente peligrosa y que amenaza la vida. Además, el NHC ha emitido alertas de huracán para toda Jamaica, así como para varias provincias orientales de Cuba y las Bahamas.
Más fuerte que el huracán Katrina
Melissa es más fuerte que el huracán Katrina, que alcanzó la categoría 5 a su paso por el Golfo de México y arrasó el sur de Estados Unidos en 2005. De hecho, este es el primer huracán que toca tierra en el Atlántico como categoría 5 desde 2019, cuando el huracán Dorian golpeó las Bahamas.
Hasta el momento, al menos nueve personas han perdido la vida a causa de los vientos y lluvias asociados a Melissa, tres de ellas en Jamaica, tres en Haití, dos en Panamá y uno en República Dominicana. Lamentablemente, se espera que el balance de víctimas siga aumentando a medida que se evalúen los daños causados por este poderoso ciclón.
A medida que Melissa continúa su trayectoria, las autoridades de la región mantienen la alerta máxima y hacen un llamado urgente a la población para que se resguarde en lugares seguros. La prioridad ahora es salvar vidas y minimizar los devastadores efectos de este huracán histórico.
