Cuando Fernando Solabarrieta reveló en el reality «El Internado» los detalles de su distanciamiento con Iván Zamorano, muchos quedaron intrigados. Según la versión de Daniella Campos, el conflicto se habría originado por una promesa incumplida de Zamorano de ayudar a la carrera profesional de Nicolás Solabarrieta, hijo de Fernando.
Sin embargo, el propio Nicolás ha salido a aclarar que, si bien esa situación generó molestia familiar, no fue el verdadero motivo del quiebre entre ambos exfutbolistas. «Es lamentable que Daniella se quede con esa información tan vaga, porque en estricto rigor sí es cierto que Iván, cuando yo estaba jugando en Estados Unidos, ofreció su ayuda. Dijo: ‘Yo me voy a encargar de ayudar a Nico a encontrar un club, a conseguir pruebas’. Yo tenía otras ofertas para explorar, pero las perdí esperando, y con el tiempo se cayeron», explicó Nicolás.
La Verdadera Razón del Distanciamiento
Según Nicolás, la verdadera razón del distanciamiento entre su padre e Iván Zamorano fue mucho más profunda. «Mi papá siempre ha sido muy leal con sus amigos, muy de acompañar y apoyar, y él no sintió esa misma reciprocidad por parte de Iván. Pero no fue solo por eso», aclaró.
Lejos de dramatizar el tema, Nicolás respaldó la postura de su padre. «No es ni la primera ni la última amistad que mi papá ha dejado de tener. Yo siempre voy a estar con los míos, apoyo sus decisiones y no me meto en cosas que no me corresponden. Al final del día, Iván era amigo de mi papá, no mío. La vida continúa, y no es algo que me afecte personalmente», concluyó.
Más Allá de una Promesa Incumplida
Si bien la falta de apoyo de Zamorano a la carrera de Nicolás generó malestar, parece que el verdadero motivo del distanciamiento entre los exfutbolistas radica en una cuestión más profunda de lealtad y reciprocidad en la amistad. Según Nicolás, su padre siempre ha sido muy leal con sus amigos, pero no sintió esa misma correspondencia por parte de Iván Zamorano.
Más allá de los detalles, queda claro que esta ruptura de una larga amistad tuvo implicaciones emocionales y profesionales para ambas partes. Sin embargo, Nicolás Solabarrieta prefiere mantener una actitud pragmática y respaldar las decisiones de su padre, sin involucrarse en un conflicto que, al final del día, no le concierne personalmente.