En un incidente perturbador, una mujer de nacionalidad ecuatoriana fue formalizada este jueves ante el Juzgado de Garantía de Punta Arenas por el delito de amenazas condicionales en contexto de violencia intrafamiliar. La detención se produjo después de que la víctima, su exconviviente, alertara a Carabineros sobre una discusión ocurrida en su domicilio el pasado 22 de octubre.
Según el fiscal Oliver Rammsy, la imputada le habría expresado a la víctima que «le iba a arruinar la vida, que va a saber quién era ella», y en ese momento tomó una mascota (un gato) y le exigió $3 millones de pesos o tiraría los gatos a la calle, indicándole que los mataría.
Acciones Legales y Medidas de Protección
Durante la audiencia, la defensa no objetó el procedimiento policial, y la jueza Paula Stange determinó que la actuación de Carabineros se ajustó a derecho. Tras la formalización, la mujer recuperó su libertad, pero quedó sujeta a medidas cautelares, entre ellas el abandono del domicilio y prohibición absoluta de acercarse o comunicarse con la víctima por un plazo de un año. Además, se ofició a Carabineros para resguardar el retiro de sus pertenencias personales desde la vivienda.
Implicaciones y Contexto de Violencia
Este caso pone de manifiesto la gravedad de la violencia intrafamiliar y las tácticas utilizadas por los agresores para ejercer control y causar daño a sus víctimas. La amenaza de dañar a los animales de compañía, que a menudo son considerados miembros de la familia, es una forma particularmente cruel de violencia psicológica.
Desde una perspectiva legal, las autoridades actuaron con prontitud y firmeza para proteger a la víctima y sancionar la conducta de la imputada. La imposición de medidas cautelares, como la prohibición de acercamiento y comunicación, busca salvaguardar la seguridad de la víctima y evitar la repetición de estos hechos.
En un plano más amplio, este incidente resalta la necesidad de continuar fortaleciendo los mecanismos de prevención, detección y atención integral a las víctimas de violencia intrafamiliar. Solo a través de un abordaje multidisciplinario y la sensibilización de la sociedad podremos avanzar hacia la erradicación de este flagelo.
