En una decisión conmovedora, el Tercer Juzgado Civil de Santiago ha condenado a la Sociedad Antolín Cisterna y Compañía S.A. a pagar una indemnización de $80 millones por concepto de daño moral a la cónyuge e hijos de un trabajador que falleció trágicamente en una explosión en Antofagasta.
El incidente ocurrió el 17 de enero de 2017, cuando el trabajador, Raúl Quiroz, manipulaba dispositivos de plasma en el patio de un hostal-restorán. Según se pudo determinar, la empresa Antolín Cisterna y Cía. S.A. había encomendado a Quiroz esta labor, creando un riesgo inminente al permitirle obtener sin dificultad el material explosivo y transportarlo dentro de la ciudad para su manipulación.
Negligencia y falta de supervisión
El fallo judicial establece que la empresa demandada actuó con negligencia, falta de cuidado y supervisión tanto en la protección del producto peligroso como en la actividad que realizaba el trabajador Quiroz. Esto, según el tribunal, dio lugar a la responsabilidad extracontractual de la empresa.
Cabe destacar que el fallecido trabajador realizaba las labores junto a un colega, Andrés Osvaldo Millal Morales, quien había sido encomendado a otra tarea. Sin embargo, Millal decidió acompañar a Quiroz en la manipulación de los dispositivos de plasma, lo que el tribunal consideró una «exposición imprudente, inoportuna, temeraria e irresponsable». Por este motivo, la indemnización a Millal fue reducida a $20 millones, a diferencia de los $30 millones otorgados a la familia de Quiroz.
Un fallo que busca justicia y reparación
Este fallo representa un importante precedente en la protección de los derechos de los trabajadores y sus familias. Al condenar a la empresa responsable, el tribunal envía un mensaje claro sobre la necesidad de garantizar la seguridad y el bienestar de los empleados, incluso en actividades que implican riesgos inherentes.
La indemnización de $80 millones otorgada a la familia de Raúl Quiroz busca, de alguna manera, reparar el daño causado y brindar un apoyo económico en estos momentos tan difíciles. Si bien nada podrá devolver la vida del trabajador, este fallo representa un paso importante hacia la justicia y la responsabilidad empresarial.