En un mundo donde las mujeres tienen cada vez más opciones y oportunidades, muchas deciden postergar la maternidad por diversas razones. Sin embargo, esto plantea un desafío importante: la preservación de la fertilidad. Afortunadamente, la congelación de óvulos se ha convertido en una solución clave para aquellas que desean tener hijos en el futuro.
Según un estudio realizado por Alejandra Abufhele, doctora en demografía, y Martina Yopo, doctora en sociología, una de cada cuatro chilenas son madres a partir de los 30 años. La mujer moderna ya no se define únicamente por su capacidad reproductiva, como explica el médico Fernando Zegers, director del programa de Ética y Políticas Públicas en Reproducción Humana de la Universidad Diego Portales: «La mujer no es un ente reproductivo. La mujer es una persona holística que quiere llevar adelante múltiples partes de su existencia».
¿Cuándo es el mejor momento para congelar óvulos?
A medida que pasan los años, la cantidad y calidad de los óvulos de una mujer disminuyen. Después de los 35 años, no solo baja la cantidad de óvulos, sino que también aumenta la frecuencia de errores cromosómicos, explica el especialista Zegers.
Por ello, la congelación de óvulos permite «pausar el reloj biológico». Según la Clínica IVI, los ovocitos maduros se conservan mediante un proceso llamado vitrificación, que los mantiene a muy baja temperatura y preserva su calidad.
Existen dos escenarios en los que se plantea la vitrificación de óvulos: indicación clínica o electiva. En el primer caso, se recomienda a mujeres jóvenes que van a iniciar quimioterapia o una cirugía agresiva, o a adolescentes con riesgo de infertilidad. En el segundo caso, se trata de mujeres que deciden postergar la maternidad por razones personales.
¿A qué edad congelar los óvulos?
Según los expertos, lo ideal es realizar la vitrificación de óvulos antes de los 35 años, cuando se tiene el máximo potencial reproductivo. Posterior a esa edad, la eficiencia disminuye, pero sigue siendo más efectivo que no hacer nada. Como límite, se recomienda los 45 años, ya que después de esa edad solo funcionaría el tratamiento de ovodonación.
La matrona María Paz Vergara enfatiza que «no existe una edad mágica o ideal universal, sino que va a depender de las condiciones individuales. Cuanto más joven se realice, mayor probabilidad de tener un evento reproductivo exitoso».
En resumen, la congelación de óvulos se presenta como una opción valiosa para las mujeres que desean postergar la maternidad y preservar su fertilidad. Actuar a tiempo, antes de los 35 años, es clave para maximizar las posibilidades de un embarazo exitoso en el futuro.