La comunidad de La Serena se encuentra indignada y consternada tras conocerse la noticia de que el asesino de Camila Rojas, una joven madre de 27 años, vio su condena rebajada de cadena perpetua a solo 35 años de cárcel.
Fue en la madrugada del 3 de julio de 2024 cuando Francisco Novoa, un sujeto con antecedentes por hurto y abuso sexual, ingresó a la cabaña donde se encontraban Camila, su hermana de 9 años y su hija de 5. Allí, el agresor atacó brutalmente a Camila, propinándole 97 puñaladas en distintas partes de su cuerpo, causándole la muerte. Además, apuñaló 15 veces a la hija de Camila, quien milagrosamente sobrevivió gracias a la defensa de su madre.
Inicialmente, Novoa fue sentenciado a presidio perpetuo por el homicidio calificado de Camila y 20 años de prisión efectiva por el homicidio frustrado de su hija. Sin embargo, tras la presentación de un recurso de nulidad por parte de la defensa del asesino, la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de La Serena decidió rebajar drásticamente las penas, eliminando varios párrafos del fallo original.
¿Tan poco vale la vida de una persona?
Johana Navarrete, presidenta de la Junta de Vecinos Paz y Esperanza N°4 del sector de Alfalfares donde ocurrió el crimen, expresó su indignación ante esta decisión judicial. «Primero decir que nos parece horrible este hecho, de tanta violencia hacia esta joven y su pequeña. Donde vemos que la mujer sigue siendo vulnerada, y vemos la problemática de la equidad de género», señaló.
Navarrete cuestionó duramente la rebaja de la condena: «Saber que la pena de presidio de este homicida fue rebajada, nos parece que es el colmo de la injusticia. Eso nos lleva a preguntarnos: ¿tendrá algún beneficio más adelante? ¿Podrá salir antes? ¿Tan poco vale la vida de una persona? Verdaderamente aberrante. Igual que el caso de Nabila Rifo».
Por su parte, Jessica, otra vecina del sector, agregó: «Muy mal está la justicia chilena. Las mujeres tenemos miedo de que el tipo salga en un par de años más y tome represalias en contra del sector. Vivir con miedo, eso no puede pasar».
La comunidad exige justicia y teme por su seguridad ante la posibilidad de que el asesino de Camila Rojas pueda salir en libertad en un futuro cercano. Consideran que la vida de la joven madre y su hija no pueden ser reducidas a una condena de apenas 35 años de cárcel.