Una dramática situación se vivió en la Isla Mocha la semana pasada, cuando una bebé de tan solo 1 año y 5 meses presentó convulsiones y un cuadro febril que requirió una evacuación de emergencia. Sin embargo, el traslado aéreo habitual no pudo concretarse debido a que el aeródromo de la isla se encontraba sin iluminación, obligando a los rescatistas a improvisar un traslado marítimo en un bote de pesca.
La emergencia se originó cerca de las 10 pm del pasado viernes, cuando la pequeña comenzó a evidenciar, además, una insuficiencia respiratoria. Su madre, Grace Guzmán, la llevó de inmediato al CESFAM (Centro de Salud Familiar) de la isla, pero allí no había un médico disponible para atenderla. El personal presente intentó estabilizar a la bebé siguiendo orientaciones recibidas por videollamada.
Fue entonces cuando se activó el protocolo de emergencia para evacuar a la niña y trasladarla al continente. Sin embargo, este procedimiento se vio frustrado por la falta de iluminación en el aeródromo, lo que impidió que la avioneta pudiera realizar el vuelo. «Debieron pasar 10 horas desde el cuadro de convulsión que presentó la menor para que pudieran concretar el traslado vía marítima», explicó Grace Guzmán a Radio Bío Bío.
Evacuación en bote de pesca
Ante la imposibilidad de un traslado aéreo, la única opción que quedaba era una evacuación en bote de pesca. Fue un pescador local quien facilitó su embarcación durante la mañana del sábado para llevar a la bebé hacia Tirúa, en el continente.
La presidenta de la Junta de Vecinos de Isla Mocha, Lilian Vera, reconoció que este tipo de situaciones de emergencia son comunes en la isla y que deben «reaccionar rápidamente» ante ellas. «Lamentablemente, la falta de iluminación en el aeródromo impidió que pudieran trasladar a la bebé por vía aérea, poniendo en riesgo su salud», señaló.
Preocupación por la seguridad
Actualmente, la bebé se encuentra hospitalizada y estable en el Hospital de Lebu. Sin embargo, su madre, Grace Guzmán, teme volver a la isla y que su hija vuelva a presentar complicaciones de salud. «Fue un riesgo enorme tener que trasladarla en bote, pero no teníamos otra opción», lamentó.
La Isla Mocha depende directamente de la Municipalidad de Lebu, cuya alcaldesa, Marcela Tiznado, no respondió a los intentos de contacto de La Radio para conocer sus comentarios sobre este incidente.
Este caso pone de manifiesto la necesidad urgente de mejorar la infraestructura y los servicios de emergencia en la Isla Mocha, para garantizar la seguridad y el bienestar de sus habitantes, especialmente de los más vulnerables como los niños pequeños.
