La industria solar ha dado un salto significativo con la reciente presentación del nuevo panel fotovoltaico de Longi, que alcanza una eficiencia del 24,4%, estableciendo un récord mundial. Este avance, impulsado por mejoras en células tipo N y procesos de fabricación avanzados, permite generar más energía en menor superficie, un factor clave para el desarrollo energético en Chile.
Esta nueva generación de paneles representa una mejora sustancial frente a los módulos instalados actualmente en el país, cuya eficiencia promedio ronda el 20%. Según estimaciones técnicas, esto puede traducirse en una generación de hasta 25% más energía por metro cuadrado. Además, los paneles con tecnología tipo N presentan una menor tasa de degradación anual (0,35%), lo que garantiza una mayor vida útil y mejor rendimiento en climas extremos, como los que se presentan en gran parte del territorio chileno.
Implementación en Proyectos Clave
En Chile, empresas desarrolladoras como Terralink ya están integrando esta tecnología en proyectos en ejecución y licitación, desde la región de Tarapacá hasta la del Biobío. Según la compañía, se trata de una oportunidad estratégica para elevar la competitividad, acelerar la transición energética y aumentar la autonomía de instalaciones tanto industriales como comunitarias.
La incorporación de este tipo de soluciones cobra especial relevancia en un país que ha superado los 9.600 MW de capacidad solar instalada, según datos de la Comisión Nacional de Energía a junio de 2025, y donde la energía solar ya representa cerca del 20% de la generación eléctrica total. A esto se suma que más de 13 mil localidades rurales siguen sin acceso a red eléctrica, lo que vuelve clave el desarrollo de sistemas eficientes y descentralizados.
Beneficios para la Sostenibilidad
«La eficiencia energética es un componente central para avanzar hacia una matriz más sostenible», señala Martín Benegas, Head Business Developer de Terralink. «Esta tecnología permite optimizar recursos, reducir costos de operación y mejorar el retorno de los proyectos, especialmente en zonas con limitaciones de espacio o fuera del alcance de la red eléctrica».
La alianza entre actores locales y fabricantes globales como Longi también promueve el acceso temprano a innovación, transferencia tecnológica y soporte técnico especializado, lo que se traduce en soluciones más robustas, confiables y adaptadas a las condiciones del territorio nacional.
Este tipo de avances cobra aún más relevancia en el contexto de las metas de descarbonización del país y el esfuerzo por posicionar a Chile como líder regional en energías limpias. El país busca alcanzar la carbono neutralidad al 2050 y eliminar progresivamente el uso del carbón al 2040. La incorporación de paneles de alta eficiencia no solo beneficia al sector privado, sino que abre nuevas posibilidades para municipios, escuelas, hospitales y comunidades que buscan reducir sus costos energéticos y operar bajo criterios de sustentabilidad.