Cuando el empresario Horst Paulmann falleció el pasado 11 de marzo, dejó tras de sí un legado empresarial impresionante. Pero lo más sorprendente fue la forma en que decidió repartir su herencia, con su hijo menor de 7 años como el principal beneficiario.
Según los detalles revelados en el testamento de Paulmann, su hijo, fruto de una relación con Katherine Bischof Sepúlveda, recibirá nada menos que el 62% de la herencia total. Este niño, nacido en 2018, se convierte así en el heredero más privilegiado de todo el imperio Paulmann.
Una Distribución Inusual
Tradicionalmente, los hijos mayores suelen ser los principales beneficiarios de una herencia. Sin embargo, Paulmann decidió tomar un camino diferente. De acuerdo a lo expuesto, la mitad legítima de la herencia será distribuida en partes iguales entre los cuatro hijos mayores, algunos de ellos ya sobre los 50 años.
Pero el 50% restante, derivado de mejoras (25%) y libre disposición (25%), fue destinado específicamente al hijo menor. Esto se debe, según el propio Paulmann, a que los hijos mayores ya habían sido beneficiados con donaciones en vida.
Una Relación Discreta
La relación entre Paulmann y la madre de su hijo menor, Katherine Bischof Sepúlveda, se mantuvo bastante discreta a lo largo de los años. Según allegados, «ella es sumamente reservada con su vida privada. No hacía ostentación de la relación, pero tampoco la ocultaba».
De hecho, la primera esposa de Paulmann había sido Helga Koepfer, con quien tuvo tres hijos: Manfred, Peter y Heike. Koepfer falleció en 2014, cuando ambos ya estaban separados.
Un Legado Bien Planificado
En su testamento, Paulmann dejó claro que se encontraba «en su sano juicio» y que su decisión de repartir la herencia de esta manera estaba libre de «toda fuerza o presión física o psíquica». Esto sugiere que fue una planificación cuidadosa y meditada para asegurar el futuro de su familia y su imperio.
Sin duda, la forma en que Horst Paulmann decidió distribuir su vasto patrimonio empresarial y personal es un caso único que demuestra su visión a largo plazo y su preocupación por el bienestar de todos sus hijos, incluyendo al más joven.
