En una conmovedora declaración, el Ministro de Educación, Nicolás Cataldo, condenó enérgicamente el apuñalamiento mortal de un estudiante de 16 años afuera del Liceo Guillermo Rivera en Viña del Mar. Cataldo dejó en claro que el agresor no pertenecía a la comunidad educativa, subrayando que este tipo de hechos delictivos trascienden los muros de las escuelas y reflejan una preocupante tendencia de violencia en la sociedad.
Programas para Fortalecer la Convivencia Escolar
Ante esta trágica situación, el Ministro resaltó los esfuerzos del Gobierno por abordar la violencia a través de diversos programas. Destacó el fortalecimiento del programa «Habilidades para la Vida (HPV)», que ha recibido un aumento de recursos durante la administración del Presidente Boric. Asimismo, mencionó la creación del programa «A Convivir se Aprende», una iniciativa de intervención biopsicosocial que se implementa tanto dentro de los establecimientos educativos como en las comunidades con mayor prevalencia de incidentes de violencia y problemas de convivencia escolar.
Dejar Capacidad Instalada en las Escuelas
Cataldo enfatizó que el objetivo de estas iniciativas es generar una capacidad instalada en las escuelas, de modo que las intervenciones no se limiten a acciones temporales, sino que se traduzcan en un cambio duradero en la cultura de convivencia. «Lo que buscamos es dejar capacidad instalada», afirmó el Ministro, reconociendo la necesidad de abordar este desafío de manera integral y sostenible.
Reflexión sobre una Sociedad Más Violenta
El Ministro de Educación hizo un llamado a una profunda reflexión sobre la creciente violencia en la sociedad, señalando que este fenómeno «naturalmente permea también las paredes de una escuela». Cataldo subrayó que, si como sociedad nos estamos convirtiendo en un entorno más violento, intolerante y poco dispuesto al diálogo, es inevitable que estas dinámicas se reflejen en el ámbito educativo.
Escuelas como Espacios Seguros
A pesar de este lamentable incidente, el Ministro Cataldo destacó que, en general, las escuelas siguen siendo espacios más seguros para niños y niñas. Sin embargo, reconoció la necesidad de continuar trabajando para fortalecer la seguridad y la convivencia en estos entornos fundamentales para el desarrollo de los estudiantes.
