8.6 C
Santiago
sábado, octubre 18, 2025

Cuando Corea del Norte secuestró a dos estrellas de cine para su industria cinematográfica

Noticias más leídas

La familia Kim ha basado su dominio en Corea del Norte a través del cine, la propaganda y el culto a los líderes. Sin embargo, pocos conocen que en los años 70, el régimen recurrió al secuestro de dos grandes estrellas del cine para lograr sus objetivos.

Kim Jong-Il, segundo líder de Corea del Norte, era un gran aficionado al cine y buscaba potenciar la imagen de su padre, Kim Il-sung, a la categoría de divinidad a través de este arte. Pero el país carecía de recursos, academias de actuación y dirección cinematográfica, por lo que decidieron poner sus ojos en la querida actriz surcoreana Choi Eun-hee y su exesposo, el afamado director Shin Sang-ok, también del Sur.

El secuestro de las estrellas

En 1978, Choi Eun-hee fue invitada a una supuesta reunión con productores extranjeros en Hong Kong, pero en realidad fue una trampa. Fue sedada, subida a un barco y trasladada a Corea del Norte, donde permaneció vigilada en una mansión de la familia Kim.

Shin Sang-ok, preocupado por la desaparición de su exesposa, decidió ir a buscarla a Hong Kong. Allí, en un hotel, le pusieron una bolsa en la cabeza y lo dejaron inconsciente, siendo también llevado a Corea del Norte en muy mal estado.

La colaboración forzada

Una vez en el país, Choi y Shin tuvieron experiencias muy diferentes. Ella fue llevada a una mansión, mientras que él fue encarcelado durante cuatro años. Finalmente, en 1983, ambos decidieron colaborar con el régimen para formar y consolidar la industria cinematográfica norcoreana.

Se estima que produjeron un total de 17 películas, entre ellas la versión socialista de Godzilla llamada Pulgasari, así como otros títulos basados en éxitos de Estados Unidos y Europa.

La huida a la libertad

En 1986, Shin convenció a Kim Jong-Il de realizar un viaje de promoción de Pulgasari al festival de cine de Viena. Fue entonces cuando, en una maniobra que Shin describió como «divina», lograron burlar la vigilancia de los funcionarios norcoreanos y dirigirse a la Embajada de Estados Unidos en Austria, donde solicitaron asilo.

Ambos vivieron cerca de 10 años en Estados Unidos antes de poder regresar a Corea del Sur, donde se reencontraron. Mientras tanto, el régimen norcoreano determinó eliminar todas las películas que habían creado, aunque se cree que su modo de trabajo y técnicas siguen vigentes hasta hoy.

Mas Noticias

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Noticias