En un logro sin precedentes, Oriana Domínguez-Jamett, estudiante del Magíster en Ciencias, mención Astronomía, de la Universidad de Chile, ha detectado por primera vez la firma radial del crecimiento de un planeta gigante.
A partir de observaciones del radiotelescopio ALMA, Domínguez-Jamett descubrió que el planeta PDS 70c brilla en ondas de radio no por su polvo circundante, sino por el gas ionizado que hay en su entorno. Este hallazgo arroja nueva luz sobre los mecanismos de formación de los planetas gigantes gaseosos.
Un Descubrimiento Revolucionario
Tradicionalmente, los astrónomos esperaban que el brillo de un planeta en formación como PDS 70c se debiera al polvo que lo rodea. Sin embargo, el análisis multifrecuencia de ALMA realizado por Domínguez-Jamett reveló que la emisión proviene del gas ionizado que se encuentra en el disco circumplanetario que envuelve al planeta.
«La señal apunta a gas ionizado, posiblemente calentado en choques cuando el material cae sobre el disco del planeta. Esto significa que está empobrecido en polvo al menos en un factor de mil en comparación con lo esperado», explica la estudiante.
Implicaciones Trascendentales
Este descubrimiento tiene implicaciones trascendentales para nuestra comprensión de la formación de planetas gigantes. Al distinguir entre la emisión de polvo y de gas, los astrónomos obtienen una visión directa de cómo los planetas jóvenes acumulan material y comienzan a formarse los sistemas de lunas.
Según John Carpenter, científico jefe del observatorio ALMA, «este hallazgo demuestra el alcance y la capacidad única del radiotelescopio para sondear el entorno inmediato de los planetas en formación».
El descubrimiento de Oriana Domínguez-Jamett, publicado en la prestigiosa revista Astronomy & Astrophysics, entrega detalles clave sobre la densidad, temperatura y procesos de ionización del material alrededor de los planetas gigantes gaseosos, revelando así las etapas finales de su crecimiento.