Después de intensas negociaciones, se ha alcanzado un acuerdo de alto al fuego entre Israel y la Franja de Gaza. Según los detalles revelados por la portavoz de la Oficina del primer ministro israelí, Tal Heinrich, este cese de hostilidades entrará en vigor 24 horas después de que Israel firme el pacto impulsado por Estados Unidos.
La implementación del alto al fuego conlleva una serie de pasos clave. En primer lugar, las tropas israelíes tendrán que replegarse hasta la denominada «línea amarilla» establecida por el presidente Donald Trump. Esto reducirá el control israelí sobre el territorio de Gaza, pasando de más del 80% a solo el 53% del enclave palestino.
Liberación de rehenes y plazos
Por su parte, Hamás tendrá un plazo de 72 horas para comenzar la liberación y entrega de los rehenes al Comité de la Cruz Roja. Este proceso se llevará a cabo de manera discreta, sin las ceremonias públicas que se han visto en treguas anteriores.
La portavoz israelí, Tal Heinrich, calificó este acuerdo como un «éxito de Netanyahu» y atribuyó su logro a la «buena relación» que el primer ministro israelí mantiene con el presidente Trump.
Situación actual y posibles implicaciones
Mientras se materializa este alto al fuego, el Ejército israelí continúa lanzando ataques en la devastada Franja de Gaza. De hecho, en las últimas horas al menos seis palestinos han perdido la vida, la mayoría en la ciudad de Gaza, según informó el Ministerio de Salud del enclave.
La entrada en vigor de este acuerdo de alto al fuego podría tener importantes implicaciones en la región. Por un lado, se espera que reduzca la violencia y permita una tregua temporal entre las partes. Sin embargo, los detalles del pacto, como la reducción del control israelí sobre Gaza y la liberación de rehenes, también podrían generar nuevas tensiones y desafíos en el futuro.
Será crucial monitorear el cumplimiento de los términos del acuerdo y observar cómo evolucionan las relaciones entre Israel y Gaza en los próximos días y semanas. La estabilidad a largo plazo en la región dependerá en gran medida de la capacidad de ambas partes para mantener el alto al fuego y avanzar hacia una solución más duradera.