Novak Djokovic, uno de los grandes favoritos en cada torneo en el que participa, se enfrentó a importantes adversidades durante su partido de octavos de final en el Masters 1000 de Shanghai. A pesar de evidentes molestias en el tobillo izquierdo que requirieron atención médica, el tenista serbio logró sobreponerse y vencer al español Jaume Munar por 6-3, 5-7 y 6-2, asegurando su lugar en los cuartos de final.
Munar, debutante en esta instancia de un torneo Masters 1000, no dio tregua a Djokovic y consiguió llevarse el segundo set tras una feroz batalla de 74 minutos. Precisamente, tras ceder la segunda manga, Novak se desplomó, generando preocupación entre los asistentes. Esta no es la primera muestra de agotamiento del serbio, quien en el duelo anterior ante Yannick Hanfmann vomitó en varias ocasiones.
La Reacción de Djokovic
Sin embargo, la reacción de Djokovic en el tercer set fue contundente, logrando un quiebre temprano y cerrando el partido en 2 horas y 40 minutos. Su físico fue uno de los factores clave en este encuentro. A pesar de los evidentes signos de agotamiento y de las intervenciones médicas entre sets, el serbio mostró su resiliencia y habilidad para manejar la presión en momentos clave.
Por su parte, Munar mostró gran determinación y luchó hasta el final, aunque no pudo sostener su nivel en el tercer set, cuando el desgaste físico comenzó a hacer mella.
Un Nuevo Récord para Djokovic
Esta victoria marca la undécima vez que Djokovic alcanza los cuartos de final en Shanghai, un torneo que ha dominado a lo largo de los años. Con 38 años y cuatro meses, el serbio se convierte en el más longevo en alcanzar dicha instancia y continúa demostrando su capacidad para competir al más alto nivel.
En la siguiente ronda, Djokovic, actualmente quinto del mundo, enfrentará al belga Zizou Bergs, quien sorprendió al canadiense Gabriel Diallo. El serbio sigue en busca de su título número 101 y su cuarto trofeo en Shanghai, lo que lo consolidaría como el tenista con más títulos en pista dura. A pesar de las dificultades, Djokovic demuestra una vez más que es un rival al que nunca hay que dar por vencido.