En una noche de terror, una familia en Peñalolén se vio envuelta en un violento turbazo que puso a prueba la valentía y el instinto de protección de un padre. En una entrevista desgarradora, la víctima relató los aterradores momentos que vivió cuando cinco delincuentes irrumpieron en su hogar con la intención de robar y causar daño.
Todo comenzó pasadas las 4:00 de la madrugada, cuando los asaltantes forzaron la entrada a la vivienda de la calle Matías Cousiño. El dueño de casa, un padre protector, se enfrentó a los intrusos para evitar que lastimaran al resto de su familia, incluido un niño de poco más de un año. «Lo que traté de hacer es que todas sus energías se enfocaran en mí. Y yo creo que todo padre de familia hace eso», relató con determinación.
Los delincuentes, armados con destornilladores y cuchillas de hasta 20 centímetros, no dudaron en golpear brutalmente a la víctima. «Me patean, me patean mucho, no perdí el conocimiento… Me golpearon por todas partes», contó el hombre, quien a pesar de los golpes, logró mantener a salvo al resto de su familia en el segundo piso de la vivienda.
Según la víctima, los asaltantes tenían como objetivo principal llevarse el automóvil de la familia. «Buscaban principalmente el auto, llevarse el auto. Joyas, no tenemos joyas», explicó. Sin embargo, su mayor preocupación era que, si no lograban robar el vehículo, los delincuentes pudieran volver para cumplir con su amenaza: «Te vamos a apuñalar a ti y a tu familia«.
Este aterrador incidente en Peñalolén pone de manifiesto la creciente ola de violencia que afecta a las comunidades, donde familias inocentes se ven expuestas a la brutalidad de los delincuentes. La valentía y el amor de este padre, quien se interpuso entre los asaltantes y su familia, es un ejemplo de la fortaleza que se necesita para enfrentar estos desafíos.