¿Sabías que el suavizante puede dañar seriamente la absorción de tus toallas? Muchos lo usan creyendo que les dará una suavidad extra, pero en realidad es todo lo contrario. Según expertos, el suavizante recubre las fibras del algodón con una capa similar a la parafina, sellándolas y volviéndolas hidrófugas (que evitan la humedad). Esto significa que la toalla repele el agua en lugar de absorberla, reduciendo su eficacia con cada lavado.
La respuesta siempre está en las etiquetas, que a menudo ignoramos. En ellas se indica claramente que «el suavizante puede disminuir la capacidad de absorción de la toalla». Así lo explica la cuenta @atexlier_textil_hogar, que en uno de sus videos muestra esta advertencia en la etiqueta de una toalla.
¿Cómo recuperar la absorción de las toallas?
La solución es sencilla: sustituye el suavizante por vinagre blanco de limpieza. Simplemente agrega un tapón de unos 50 ml en la zona donde se recomienda añadir el producto. Esto eliminará los residuos de jabón y cal acumulados en las fibras, mejorando tanto la suavidad como la absorción, sin dejar olor en el tejido.
Adiós a las toallas endurecidas
Muchas personas se quejan de que incluso las toallas nuevas terminan endureciéndose y secando peor con el tiempo. Ahora sabes que esto se debe al uso del suavizante, que cubre las fibras con una capa aceitosa. Al reemplazarlo por vinagre blanco, tus toallas volverán a «beber» como el primer día, manteniendo su suavidad y absorción.
¡Deja de ignorar las etiquetas y recupera la eficacia de tus toallas! Comparte este truco con quienes siempre echan suavizante «porque huele bien», y disfruta de textiles más suaves y absorbentes sin productos dañinos.