La desaparición de Sebastián, un joven de 23 años en las cercanías del río Espolón de Futaleufú, en la región de Los Lagos, ha conmocionado a su familia y a la comunidad local. Lo que hace aún más apremiante su rescate es que Sebastián será padre en los próximos meses.
Desde que Sebastián se extravió el 11 de septiembre, la búsqueda ha dependido casi exclusivamente de voluntarios y familiares, con una breve participación inicial del equipo del GOPE de Carabineros. Según la madre de Sebastián, Valentina Chacano, el caso no ha recibido la atención y los recursos necesarios debido a que ocurrió en una comuna alejada y de poca población.
Futaleufú, una zona remota y desafiante
Futaleufú es una localidad de apenas 3.000 habitantes, ubicada a solo 10 kilómetros de la frontera con Argentina. Esta lejanía y el difícil acceso a la zona han dificultado los esfuerzos de búsqueda, según denuncian los familiares de Sebastián.
«Futalufú es un pueblo muy pequeño y no tenemos más ayuda. Sabemos que también hay un caso en Osorno y queremos que el caso de Sebastián no pase desapercibido», expresó Valentina Chacano.
Llamado urgente a las autoridades
La familia de Sebastián está cada vez más preocupada de que la investigación comience a perder fuerza y piden que el Ministerio Público destine más recursos y personal especializado para retomar el rastreo exhaustivo entre el río Espolón y el río Futaleufú.
Cabe destacar que, por ahora, solo se ha desplegado un helicóptero de la FACh para la búsqueda durante la jornada de este martes. Los familiares consideran que se necesita un esfuerzo mucho mayor para encontrar a Sebastián y brindarle el apoyo que tanto necesita en estos momentos, a pocos meses de convertirse en padre.
