En un hecho histórico, diez nuevos países se han sumado al reconocimiento del Estado de Palestina en las últimas horas, elevando a 157 el número de naciones que ya reconocen a este estado árabe, una amplia mayoría dentro de los 193 países con asiento en la ONU.
Entre los nuevos países que han dado este paso se encuentran Francia y Reino Unido, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y parte del G7. Estos dos países, que tradicionalmente han mantenido posturas cercanas a Israel, han dado un giro significativo al reconocer los derechos legítimos del pueblo palestino.
Una victoria para Palestina, un revés para Israel
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el reconocimiento en medio de aplausos de la sala, destacando que este «no quita nada a los derechos del pueblo de Israel». Macron también subrayó que este reconocimiento es «una derrota para Hamás» y para «todos aquellos que fomentan el antisemitismo y alimentan las obsesiones antisionistas».
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, recordó que la creación de un Estado palestino «es un derecho, no una recompensa», y advirtió que negárselo al pueblo palestino «sería un regalo a los extremistas».
Presión sobre Israel y Estados Unidos
Estos nuevos reconocimientos suponen un duro golpe para la postura de Israel y Estados Unidos, que han sostenido que el reconocimiento debe hacerse en concertación con Israel. El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, calificó la conferencia como «un teatro» y afirmó que los nuevos reconocimientos «no van a cambiar la vida de los palestinos sobre el terreno».
Sin embargo, el secretario general de la ONU dejó claro que la alternativa a la solución de dos Estados sería «un escenario de un solo estado en el que se niega a los palestinos los derechos básicos», algo que «no es aceptable en el siglo XXI».
Con este creciente apoyo internacional, Palestina gana fuerza en su lucha por la autodeterminación, mientras que Israel y Estados Unidos se enfrentan a una presión cada vez mayor para aceptar una solución justa y duradera en Oriente Medio.