Con la llegada de la primavera y el reciente cambio de hora, los hogares chilenos tienen una oportunidad única para optimizar su consumo energético y ahorrar en sus facturas. Estos cambios estacionales y de horario traen consigo una mayor disponibilidad de luz natural, temperaturas más templadas y una menor necesidad de calefacción, lo que se traduce en un potencial ahorro significativo.
Aprovechar la Luz Natural al Máximo
Una de las claves para ahorrar energía es mantener persianas y cortinas abiertas durante las mañanas, permitiendo que el sol caliente e ilumine naturalmente los espacios interiores. Luego, al caer la tarde, se deben cerrar para evitar que el calor excesivo obligue a usar ventilación o aire acondicionado en exceso.
Sellar Fugas y Mejorar el Aislamiento
Otra medida sencilla es revisar periódicamente que puertas y ventanas cierren adecuadamente, y sellar cualquier fuga de aire. Esto ayuda a mantener una temperatura interior cómoda sin necesidad de equipos que consuman mucha energía.
Desenchufar Aparatos y Usar Lavadora a Carga Completa
Desenchufar los aparatos eléctricos cuando no se estén usando, lavar la ropa con carga completa y en agua fría, y mantener los equipos de climatización en buen estado, son otras acciones domésticas que pueden generar ahorros significativos.
Optar por Tecnologías Eficientes
Además, el uso de bombillas LED, que pueden ahorrar hasta un 90% más que las tradicionales, y la adopción de sistemas fotovoltaicos que transforman la energía solar en electricidad, son tendencias que se pueden aprovechar con la llegada de los días más soleados.
Mantener una Temperatura Adecuada
En cuanto al aire acondicionado, se recomienda mantener una temperatura entre 22 y 24 grados durante la primavera, lo que genera un ambiente fresco sin diferencias excesivas respecto del clima exterior.
Con estas sencillas estrategias, los hogares chilenos pueden aprovechar al máximo los beneficios de la primavera y el cambio de hora para reducir su consumo energético y ahorrar en sus facturas.