En un nuevo capítulo de la guerra contra el narcotráfico, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado que el Ejército estadounidense realizó un ataque «letal» contra una embarcación afiliada a una «organización terrorista designada» en aguas internacionales.
Según la información proporcionada por Trump a través de su plataforma Truth Social, la inteligencia confirmó que el barco estaba involucrado en el tráfico de sustancias ilegales y transitaba por una ruta conocida por ser utilizada para el narcotráfico, con el objetivo de «envenenar a los americanos».
Cuarto Ataque en el Caribe Sur
Este ataque se suma a otros tres embarcaciones adjudicadas al narcotráfico que han sido hundidas por Estados Unidos en el Caribe sur, cerca de las costas venezolanas, desde agosto. La presencia militar estadounidense en aguas internacionales se ha intensificado en las últimas semanas, justificada por la necesidad de «combatir el narcotráfico».
Tensiones con Venezuela
Aunque las autoridades estadounidenses han confirmado que las embarcaciones de los últimos tres ataques provenían de Venezuela, en este caso Trump no aclaró el origen de la lancha ni la nacionalidad de sus tripulantes. Esta situación ha generado tensiones con el gobierno venezolano, liderado por el presidente Nicolás Maduro, quien ha denunciado la movilización estadounidense como un plan para forzar un «cambio de régimen» e imponer un «gobierno títere» que satisfaga los intereses de Washington.
Por su parte, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, informó que el Ejército venezolano realizó una «exitosa» maniobra militar en la isla de La Orchila, en aguas venezolanas del mar Caribe, en respuesta a la creciente presencia militar estadounidense en la región.
Combate al Narcotráfico o Intereses Geopolíticos
Mientras que el gobierno de Trump insiste en que estas acciones forman parte de la lucha contra el narcotráfico, el gobierno de Maduro las percibe como una amenaza a la soberanía venezolana. Esta situación refleja la complejidad de la dinámica geopolítica en la región y la necesidad de encontrar soluciones diplomáticas que respeten los derechos y la integridad de todos los países involucrados.
A medida que se desarrollan estos eventos, es crucial que la comunidad internacional mantenga un seguimiento atento y promueva el diálogo y la cooperación entre las partes, con el objetivo de abordar el problema del narcotráfico de manera efectiva y respetuosa de la soberanía nacional.
