En un importante operativo policial, la Policía Bonaerense logró detener a Federico Jiménez Arguello, uno de los ocho líderes barrabravas de Independiente que se encontraban prófugos desde los violentos incidentes perpetrados contra hinchas de Universidad de Chile (La U) durante el partido de vuelta de la Copa Sudamericana el pasado 20 de agosto.
Según informó el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Jiménez Arguello fue identificado cuando intentaba ingresar a otro estadio de fútbol en Argentina, gracias al sistema de control «Tribuna Segura» que permitió alertar a las fuerzas de seguridad sobre su presencia. El detenido quedó a disposición de la Fiscalía Avellaneda-Lanús, a cargo del fiscal Mariano Zitto, quien continuará con la investigación sobre su participación en los disturbios que empañaron el duelo internacional del conjunto de Avellaneda.
Acusación de Lesiones Graves
Lo que pesa sobre Jiménez Arguello es la acusación de lesiones graves ocurridas durante los incidentes en la Copa Sudamericana. Según el Código Penal argentino, este delito tiene una pena de 1 a 6 años de prisión. Si se llega a probar que las lesiones fueron gravísimas (como pérdida de un sentido, un órgano, inutilidad permanente, deformación, etc.), la pena sube a 3 a 10 años de prisión.
Además, al tratarse de un hecho vinculado a violencia en espectáculos deportivos, la Justicia puede aplicar agravantes o restricciones adicionales, como el derecho de admisión por varios años.
Otros Prófugos Buscados por Intento de Homicidio
De los otros siete barras prófugos, seis están siendo buscados por intento de homicidio, lo que los expone a penas aún mayores. Mientras que otro también es buscado por lesiones graves, más el delito de robo en poblado y en banda.
Violencia Empañó Duelo Internacional
Los violentos incidentes entre hinchas de Independiente y Universidad de Chile ocurrieron cuando el partido de vuelta por la Copa Sudamericana ya había sido detenido. En medio de la barbarie, el acusado Jiménez Arguello participó activamente de las golpizas y vejámenes contra los barristas de La U.
Este lamentable episodio de violencia en el fútbol ha puesto en evidencia la necesidad urgente de reforzar los controles y medidas de seguridad en los estadios, para evitar que estos hechos vuelvan a empañar el disfrute del deporte por parte de los verdaderos hinchas.