En un nuevo episodio de la creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, el gobierno venezolano denunció que un barco pesquero nacional fue «asaltado» de manera «ilegal y hostil» por un destructor de la Armada estadounidense en aguas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Venezuela.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela, el pasado viernes el buque pesquero «Carmen Rosa», tripulado por nueve humildes pescadores atuneros, fue retenido durante ocho horas por el USS Jason Dunham, un destructor de la Armada de Estados Unidos. El incidente ocurrió a unas 48 millas náuticas al noreste de la Isla La Blanquilla, en plena ZEE venezolana.
Escalada de tensiones en el Caribe
Este episodio se produce en medio de una creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos en el Caribe. En las últimas semanas, Washington ha desplegado ocho buques de guerra en la región sur del Caribe, alegando operaciones contra el narcotráfico internacional.
Según el gobierno venezolano, «quienes dan la orden de hacer esas provocaciones están a la búsqueda de un incidente que justifique una escalada bélica en el Caribe». Las fuerzas armadas de Venezuela monitorearon y registraron el incidente «minuto a minuto», exigiendo a Estados Unidos que «cese de inmediato estas acciones que ponen en riesgo la seguridad y paz del Caribe».
Acusaciones cruzadas de narcotráfico
Las tensiones entre ambos países se han intensificado después de que el presidente Donald Trump anunciara que su fuerza naval había atacado una lancha con 11 personas a las que calificó de narcotraficantes y que, según afirma, salieron de Venezuela. Las 11 personas murieron en el bombardeo.
Washington, que no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, lo acusa de encabezar una banda de narcotraficantes llamada «El Cartel de los Soles» y ofrece 50 millones de dólares por su captura. Maduro, por su parte, ha negado siempre cualquier vínculo con el narcotráfico y calificó la presencia militar estadounidense de un «asedio» escudado en la lucha contra el tráfico de drogas.
Esta nueva provocación en aguas venezolanas amenaza con escalar aún más las tensiones entre ambos países, poniendo en riesgo la seguridad y la paz en toda la región del Caribe.
