Este viernes, las autoridades confirmaron la detención de Tyler Robinson, un joven de 22 años acusado de ser el responsable del asesinato con disparo del activista político Charlie Kirk en un campus universitario.
«Lo tenemos», señaló el gobernador de Utah, Spencer Cox, en una conferencia de prensa, entregando algunos detalles clave sobre el operativo que permitió dar con el paradero de Robinson.
La pista que llevó a la captura
Según las autoridades, todo comenzó cuando un familiar de Robinson contactó a un amigo de la familia, quien a su vez informó a la Oficina del Sheriff del Condado sobre una confesión o insinuación del sospechoso de haber cometido el crimen.
Fue así como el FBI, tras recibir esta información, revisó minuciosamente los videos de las cámaras de seguridad del campus de la Universidad Utah Valley (UVU), donde Kirk fue asesinado mientras realizaba una presentación ante unas dos mil personas.
Los análisis permitieron identificar a Robinson «llegando al campus de la UVU en un Dodge Challenger gris» aproximadamente a las 8:29 hora local (11:29 hora de Chile) del miércoles.
Mensajes que lo delataron
Además, un compañero de cuarto del presunto asesino le mostró al FBI mensajes de Robinson en Discord donde expresaba «la necesidad de recuperar un rifle de un punto de entrega, dejando el rifle en un arbusto».
El joven también contó que el sospechoso dejó «mensajes relacionados a observar visualmente el área donde se dejó el rifle y un mensaje que hacía referencia a haber dejado el arma envuelta en una toalla».
Los mensajes también hacían «referencia al grabado de balas y a una mención de una mira telescópica y de que el rifle es único», según detalló el gobernador Cox.
La captura del sospechoso
Finalmente, el director del FBI, Kash Patel, informó que la detención de Robinson ocurrió la noche del jueves cerca del Zion National Park, a unos 370 kilómetros del campus donde se cometió el crimen.
Después de ser arrestado, el presunto asesino fue ingresado en la cárcel del condado de Washington, en el suroeste de Utah, donde reside.
Las autoridades destacaron que Robinson pudo llegar fácilmente a la azotea de un edificio de la universidad, desde donde realizó el disparo fatal, y luego escapar saltando a una zona de césped y saliendo por el estacionamiento.
Cabe mencionar que el FBI ya había detenido a dos sospechosos por el crimen, aunque posteriormente ambos terminaron siendo liberados.