En una conmovedora entrevista, el destacado futbolista Gary Medel, jugador de Universidad Católica, se sinceró sobre el profundo dolor que siente por la pérdida de su madre, Marisol Soto Severino, quien falleció en julio de 2024 a los 61 años tras enfrentar diversos problemas de salud.
Durante su participación en el podcast Más que titulares, Medel, conocido como el ‘Pitbull‘, no pudo contener las lágrimas al hablar de su progenitora. Con la voz entrecortada, confesó: «Me pongo a llorar, lo digo altiro. ¿No tienen agua? Tengo que respirar primero«. Además, reconoció que «No había llorado por mi mamá en público«.
El Vínculo Inquebrantable entre Madre e Hijo
Entre sollozos, Medel recordó el profundo vínculo que lo unía a su madre, a quien consideraba la mejor del mundo. «La mamá siempre es la mejor del mundo, me dio todo lo que pudo y gracias a ella soy lo que soy«, expresó conmovido.
El futbolista también compartió que las noches son especialmente difíciles sin la presencia de su madre: «A veces la recuerdo en la noche y lloro. Es algo sensible para mí. Siempre con tristeza de no tenerla a mi lado, era el pilar de toda la familia. Cuando ella estaba, se juntaban todos. Hace mucha falta a todo el núcleo familiar«.
El Vacío Dejado por la Partida de su Madre
Medel reveló cómo la familia se dispersó tras la pérdida de su madre, quien era un pilar fundamental: «Se dispersó mi familia. Mi madre era un pilar fundamental«.
Además, el deportista habló del sufrimiento que vivió su madre en sus últimos días, tanto por su salud como por problemas familiares, lo que sigue siendo una herida abierta para él: «Siempre la recuerdo de buena forma. Me dio lo mejor y estoy feliz de haberla aprovechado todo ese tiempo«.
Un Legado Eterno de Amor y Fortaleza
A pesar del profundo dolor, Gary Medel honra la memoria de su madre, recordándola como la mejor del mundo, quien le dio todo lo que pudo y lo convirtió en la persona que es hoy. Su vínculo inquebrantable y el vacío que dejó en su familia son una muestra del legado eterno que Marisol Soto Severino dejó en el corazón de su hijo.
