Cuando Daniela Aránguiz recibió la devastadora noticia del fallecimiento de un ser querido en Brasil, su corazón se llenó de profundo dolor. Este hombre, a quien consideraba como un padre, había sido un pilar fundamental en su vida durante los años que vivió en el país sudamericano junto a su exesposo Jorge Valdivia y sus hijos.
A través de conmovedoras palabras en sus redes sociales, Daniela expresó la enorme tristeza que la embargaba al tener que despedirse de alguien que la había acogido con tanto cariño. «Alguien que me cocinaba mi arroz de Braga cada vez que estaba en Brasil, que me quiso como a una hija y que siempre tuvo un lugar en su mesa para Semana Santa, Navidad, Fiesta Junina y todas las celebraciones especiales», recordó la modelo con profunda gratitud.
Un Vínculo Familiar Inquebrantable
Durante su matrimonio con el futbolista Jorge Valdivia, Daniela Aránguiz vivió varios años en Brasil, donde forjó lazos afectivos sumamente estrechos. Ese hombre, a quien consideraba como un padre, le abrió las puertas de su hogar y la trató como a una hija más, brindándole un cálido refugio en un país extranjero.
Ahora, en medio de su dolor, Daniela se despide con palabras cargadas de emoción: «Qué difícil despedirme de ti, tío. Qué difícil ir a tomar la mano de mi hermana, amiga. Qué dolor más grande. Eres mi papá brasilero, el que llamaba y corría por mí. Te extrañaré».
Un Legado de Amor y Aceptación
La partida de este hombre, que se convirtió en una figura paterna para Daniela, deja un vacío irreemplazable. Sin embargo, su recuerdo permanecerá vivo en el corazón de la modelo, quien atesorará por siempre los momentos de calidez y pertenencia que le brindó durante su estadía en Brasil.
Aunque el dolor de la despedida es inmenso, Daniela encuentra consuelo en saber que este ser querido la acogió como a una hija, y que siempre tendrá un lugar en la mesa familiar de sus recuerdos más preciados.