Un ataque con drones y misiles en Kiev ha dejado una persona muerta y al menos 11 heridos, entre ellos una mujer embarazada, según informó el alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschkó.
Los impactos se produjeron en los distritos de Sviatoshynskyi y Darnytskyy, generando incendios en edificios, vehículos y un almacén. Cinco de los heridos fueron hospitalizados, mientras que a los demás se les brindó asistencia médica en el lugar.
Una guerra que se prolonga
Este ataque se produce en un contexto en el que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha denunciado que Rusia ha lanzado más de 1.300 drones suicidas, cerca de 900 bombas aéreas guiadas y hasta cincuenta misiles contra el país desde principios de septiembre, a pesar de afirmar en público que está dispuesta a buscar el fin de la guerra.
Zelenski ha señalado que «Rusia sigue prolongando esta guerra y busca convertir la diplomacia en una farsa absoluta», por lo que ha instado a la comunidad internacional a reforzar las sanciones, aumentar el suministro de armas a Ucrania y garantizar que este tipo de ataques no puedan repetirse en el futuro.
Hacia una paz duradera
El mandatario ucraniano ha recalcado que una paz duradera requiere garantías de seguridad reales y funcionales, lo que implica que las negociaciones con los socios occidentales deben ir más allá de un simple alto el fuego, asegurando su cumplimiento a largo plazo.
Este último ataque a la capital ucraniana es una muestra más de la persistencia de Rusia en prolongar el conflicto y socavar los esfuerzos diplomáticos. La comunidad internacional deberá actuar de manera coordinada y contundente para poner fin a esta guerra y sentar las bases de una paz sostenible.
