En un impactante caso de abuso y violencia en el lugar de trabajo, un extrabajador con trastorno del espectro autista (TEA) del Hospital de Osorno sufrió torturas y vejámenes a manos de sus propios colegas. Ahora, uno de los agresores ha contactado a la víctima para pedirle que declare a su favor y evite así ser despedido.
Las agresiones, que quedaron registradas en videos, ocurrieron entre 2018 y 2020 en una casa arrendada para labores administrativas del hospital. Según el padre de la víctima, su hijo fue atado de pies y manos, rapado en contra de su voluntad y quemado con vapor por cuatro trabajadores del área de informática.
Encubrimiento y Nuevas Denuncias
Inicialmente, el hospital realizó un sumario que no arrojó ningún responsable, ya que los agresores «se confabularon para testificar en contra» de la víctima. Sin embargo, un nuevo evento desencadenó la reapertura del caso y la difusión de los impactantes videos.
Ahora, uno de los involucrados ha contactado a la víctima para pedirle perdón y que declare a su favor, alegando que «uno de los compañeros entregó los videos para vengarse». El agresor intenta minimizar los hechos, calificándolos simplemente como «tallas» entre colegas.
Buscando Justicia y Transparencia
El padre de la víctima se encuentra indignado y ha anunciado que presentará acciones legales. «Quiero que se haga justicia y que esto se transparente lo más posible para que estas cosas no vuelvan a ocurrir», afirmó.
Actualmente, el extrabajador torturado se encuentra viviendo en el extranjero, donde ha logrado encontrar un empleo en el que es respetado y valorado. Sin embargo, su padre no dejará que este caso quede en el olvido, buscando que los responsables «paguen por su delito».
Este impactante caso de abuso y encubrimiento en el Hospital de Osorno pone de manifiesto la urgente necesidad de implementar protocolos efectivos de prevención y sanción del acoso laboral, así como de garantizar la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores, independientemente de sus condiciones.