En un giro trascendental en la escena internacional, el Gobierno belga ha anunciado que reconocerá oficialmente al Estado de Palestina durante la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta decisión, tomada por el ministro de Asuntos Exteriores Maxime Prévot, llega en medio de una creciente presión internacional sobre Israel por sus acciones en los territorios palestinos.
Prévot justificó la medida como una respuesta al «drama humanitario» en la Franja de Gaza y «frente a las violencias perpetradas por Israel violando el derecho internacional». El ministro belga dejó claro que este no es un intento de sancionar al pueblo israelí, sino más bien una acción para garantizar que el Gobierno de Israel respete el derecho internacional y humanitario.
Sanciones y medidas de presión
Además del reconocimiento del Estado palestino, Bélgica también ha anunciado la imposición de doce sanciones contra Israel, incluyendo la prohibición de importar ciertos productos, la revisión de la política de compras públicas con empresas israelíes, prohibiciones de sobrevuelo y tránsito de naves, y la declaración de «persona no grata» para «dos ministros israelíes extremistas, varios colonos violentos y dirigentes de Hamás».
Prévot señaló que estas medidas representan un «firme gesto político y diplomático» que busca condenar las «intenciones expansionistas de Israel con sus programas de colonización y sus ocupaciones militares», y avanzar hacia una solución de dos Estados.
Reacciones y contexto
La decisión de Bélgica se produce en un momento de creciente tensión en la región, luego de los ataques terroristas perpetrados por Hamás en octubre de 2023. Prévot aclaró que la formalización administrativa del reconocimiento de Palestina tendrá lugar cuando el último rehén haya sido liberado y Hamás ya no asuma la gestión de Palestina.
Esta medida se suma a los anuncios recientes de países como Francia, Reino Unido y Australia, que también han decidido reconocer al Estado palestino como una forma de presionar al Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu. La decisión de Bélgica sin duda tendrá un impacto significativo en la escena diplomática y podría impulsar aún más la búsqueda de una solución justa y duradera al conflicto israelí-palestino.