En un giro inesperado, la Justicia argentina ha ordenado el cese inmediato de la difusión de audios que involucran a Karina Milei, hermana del presidente Javier Milei y secretaria general de la Presidencia. Según el Gobierno, estas grabaciones fueron obtenidas de manera ilegal en la Casa Rosada.
La Justicia reconoció que se trata de una violación grave a la privacidad institucional y no un caso de libertad de expresión. El portavoz presidencial, Manuel Adorni, explicó que el Ejecutivo presentó una denuncia ante la Justicia sobre una presunta «operación de inteligencia ilegal con el fin de desestabilizar al país en plena campaña electoral».
Audios manipulados y difundidos para condicionar al Poder Ejecutivo
Según Adorni, las conversaciones privadas de Karina Milei y otros funcionarios fueron «manipuladas y difundidas para condicionar al Poder Ejecutivo». El propio Javier Milei calificó estos hechos como una «operación de inteligencia ilegal».
Escándalo de corrupción y nuevas grabaciones
Esta polémica surge a raíz de la filtración de un audio de Karina Milei, en el que se le escucha decir: «No podemos entrar en la pelea entre nosotros. Nosotros tenemos que estar unidos, gente». Sin embargo, el medio que reveló este audio advirtió que es solo «la puntita» y que darán a conocer nuevas grabaciones en los próximos días.
Cabe destacar que este escándalo se produce en medio de otro caso de presunta corrupción, relacionado con un esquema de recaudación de sobornos a través de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis).
Reacción de la prensa y la defensa de la libertad de expresión
Ante la solicitud de allanamientos a los medios y periodistas involucrados, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) reaccionó rápidamente, calificando estos actos como una «criminalización de la prensa». Carnaval, el medio que reveló los audios, denunció «censura» y anticipó que «no les van a callar».
Por su parte, el periodista Jorge Rial expresó que el «régimen de Javier Milei» no solo quiere acusar al periodismo por investigar la corrupción, sino que va «directo contra la libertad de prensa y expresión».
Esta crisis política y mediática se desarrolla en un momento clave, con las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires a la vuelta de la esquina. La batalla por la transparencia y la rendición de cuentas parece estar lejos de terminar.