En un giro inesperado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden que revoca la protección del Servicio Secreto a la exvicepresidenta demócrata Kamala Harris. Esta medida anula la extensión de un año que su predecesor, Joe Biden, le había concedido de forma secreta antes de dejar el cargo.
Por ley, los vicepresidentes estadounidenses tienen derecho a seis meses de protección federal después de dejar sus funciones. En el caso de Harris, este período culminó el pasado 21 de julio. Sin embargo, Biden había firmado una orden ejecutiva no divulgada públicamente que extendía la escolta del Servicio Secreto a Harris por un año adicional.
Fin de la protección a la rival política de Trump
El memorando firmado por Trump ordena «descontinuar cualquier tiempo de procedimiento de seguridad anteriormente autorizados» más allá de lo requerido por ley. Esta decisión se produce justo antes de que Harris inicie una gira nacional para promocionar su libro de memorias sobre la campaña electoral de 2024, titulado «107 Days».
Normalmente, solo los expresidentes tienen protección del Servicio Secreto de por vida, no los exvicepresidentes. Sin embargo, Biden había extendido este privilegio a su rival política de manera excepcional.
Reacción de la exvicepresidenta
Según declaraciones de Kirsten Allen, asesora de Harris, la exvicepresidenta «está agradecida al Servicio Secreto por su profesionalismo, dedicación y su incansable compromiso con la seguridad». No obstante, la revocación de la protección adicional otorgada por Biden supone un revés para la figura de Harris en el panorama político estadounidense.
Este movimiento de Trump se interpreta como un intento por debilitar a su oponente de cara a las elecciones presidenciales de 2024, en las que ambos podrían enfrentarse nuevamente.
