En un esfuerzo por impulsar la industria del calzado nacional, el gobierno de México ha tomado una medida drástica: prohibir temporalmente la importación de calzado terminado. Esta estrategia, anunciada por la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, tiene como objetivo proteger a los fabricantes locales y aumentar la competitividad de los productos mexicanos.
Fin a las Importaciones Temporales
Según el decreto publicado este jueves en el Diario Oficial, México ya no podrá importar calzado terminado de manera temporal. Sin embargo, se mantendrá la posibilidad de importar los diferentes elementos necesarios para la fabricación del calzado dentro del país.
Ebrard explicó que esta medida permitirá «recuperar e incrementar los empleos de la industria del calzado, aumentar la producción nacional, evitar el contrabando y mejorar la competitividad de la industria, porque ya no vamos a traer ese calzado que no pagaba IVA».
Impulso al ‘Hecho en México’
La estrategia forma parte del plan gubernamental para impulsar el distintivo ‘Hecho en México’ y fortalecer la identidad de los productos nacionales. Esto se enmarca en la guerra arancelaria lanzada por Estados Unidos, lo que obliga a México a buscar formas de promover la competitividad global de sus industrias.
Según datos del gobierno, en 2021 México importaba un par de zapatos de cada seis que se producían en el país, mientras que en la actualidad la relación es de uno a uno. Con esta medida, se espera revertir esa tendencia y dar un impulso significativo a la fabricación nacional de calzado.
Beneficios para la Industria y los Consumidores
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, señaló que los productos terminados de calzado «no tienen por qué tener el permiso de importación temporal. Es importación definitiva si se importan, tienen que pagar sus impuestos». Esto busca nivelar el campo de juego para los fabricantes locales y evitar la competencia desleal del calzado importado.
En última instancia, esta medida pretende fortalecer la identidad y la competitividad de los productos de calzado ‘Hecho en México’, beneficiando tanto a la industria nacional como a los consumidores que podrán acceder a una oferta más diversa y de mayor calidad.