Un sismo de magnitud 5.2 se registró el pasado martes 26 de agosto de 2025, con su epicentro localizado a 276 kilómetros al oeste de la Base Naval Capitán Arturo Prat, en la Antártica chilena. Tras recibir y analizar los datos del evento, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) emitió un boletín informativo a las 20:13 horas, siendo enfático en descartar cualquier riesgo de tsunami para el litoral chileno derivado de este movimiento sísmico.
Según el SHOA, «las características del sismo no reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile». Esta evaluación se basa en el análisis exhaustivo de los parámetros del evento, como la magnitud, profundidad, ubicación y mecanismo focal.
Sismo en Zona Remota de la Antártica
El epicentro del sismo se localizó en una región remota y poco poblada de la Antártica chilena, a una distancia considerable del litoral continental. Esta ubicación, sumada a la moderada magnitud del evento, son factores clave que descartan la posibilidad de un tsunami que pueda afectar las costas del país.
Cabe destacar que la Antártica es una zona de alta actividad sísmica, dada su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Sin embargo, la mayoría de estos movimientos telúricos ocurren en áreas alejadas de los centros poblados, lo que minimiza significativamente los riesgos para la población.
Monitoreo Constante del SHOA
El SHOA, como organismo responsable del monitoreo y alerta de tsunamis en Chile, mantiene una vigilancia permanente sobre la actividad sísmica en la región. Gracias a su red de sensores y sistemas de análisis, el servicio puede evaluar rápidamente el potencial de generación de tsunamis ante la ocurrencia de un sismo.
En este caso particular, el SHOA actuó de manera oportuna al emitir el boletín informativo, tranquilizando a la población y descartando cualquier peligro inminente. Esta comunicación eficaz y transparente es fundamental para mantener la confianza de los ciudadanos en los sistemas de alerta temprana del país.
En resumen, el sismo de magnitud 5.2 registrado en la Antártica chilena no representa una amenaza de tsunami para las costas del país, según el análisis realizado por el SHOA. Este organismo continúa vigilando de cerca la actividad sísmica en la región para garantizar la seguridad de la población.