En un operativo rutinario en el paso fronterizo Cardenal Antonio Samoré, en la región de Los Lagos, personal de Aduanas de Osorno se encontró con un hallazgo sorprendente: una costilla de ballena franca austral de 2 metros de largo que un ciudadano chileno intentaba ingresar al país desde Argentina.
Según informó Radio Bío Bío, al ser consultado por la «mercancía» no declarada, el sujeto explicó que había encontrado esta parte del esqueleto en una playa en Argentina y que la traía como coleccionista de este tipo de piezas. Sin embargo, la Administradora de la Aduana de Osorno, Olga Oyarzo, dejó en claro que «este tipo de procedimientos son importantes para seguir protegiendo a la flora y fauna, no solo de Chile, sino del mundo».
Protegiendo la Biodiversidad
Oyarzo agregó que «al incautar estas mercancías evitamos que se genere un posible contrabando y estamos cumpliendo con las normativas y tratados vigentes a los que está adscrito nuestro país y por los cuales tenemos que velar como funcionarios públicos».
Además del hallazgo de la costilla de ballena, el viajero también traía 2,7 kilos de diferentes tipos de carne que no pueden ingresar a Chile, por lo que fueron decomisados por personal del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Consecuencias Legales
El caso fue derivado al Departamento Jurídico de la Administración de Aduana de Osorno para realizar las acciones pertinentes, luego de realizar la denuncia por infracción a la Ley 20.962, que regula el tráfico ilegal de especies de flora y fauna silvestres.
Este tipo de decomisos son fundamentales para evitar el contrabando y proteger el delicado equilibrio de los ecosistemas, tanto en Chile como a nivel global. Las autoridades aduaneras reafirman su compromiso de velar por el cumplimiento de las leyes y tratados internacionales en esta materia.
