Una tragedia familiar sacudió a la ciudad de Resistencia, en Argentina, cuando se reveló que un hombre de 27 años, Marcos Gauna, asesinó a su padre de 65 años, Rogelio Gauna, y escondió el cuerpo en un congelador para poder comprar drogas.
Según la investigación, todo comenzó cuando Rogelio, un carpintero jubilado, no pudo ser contactado por varios días. Fue su hijo mayor, Fernando, quien finalmente denunció la desaparición de su padre. Las sospechas recayeron rápidamente sobre Marcos, quien había dado diferentes versiones sobre el paradero de Rogelio a familiares y amigos.
El Crimen Brutal
La policía ingresó a la casa y encontró el cuerpo de Rogelio dentro del congelador. La autopsia reveló que había muerto entre cinco y seis días antes, por estrangulamiento. Marcos confesó haber asesinado a su padre cuando este se negó a darle dinero para comprar drogas.
Según los informes, Marcos era adicto a la cocaína y constantemente le pedía dinero a su padre para alimentar su hábito. En esta ocasión, cuando Rogelio se negó a darle más dinero, se desató una violenta discusión que terminó con el hijo estrangulando a su progenitor.
Una Adicción Descontrolada
El hermano mayor, Fernando, declaró que Marcos había estado internado en el pasado por su adicción a la cocaína, pero que había recaído. «Mi hermano estaba incontrolable», lamentó. Incluso, Marcos había intentado recuperarse, pero «a poco tiempo volvió a caer, pero ya era por cosa de él. No tenía voluntad propia para salir de eso».
La investigación continúa, pero Marcos Gauna ya ha sido detenido bajo sospecha de parricidio. Esta tragedia familiar pone de manifiesto los devastadores efectos que puede tener la adicción a las drogas y la desesperación que lleva a algunos a cometer actos terribles.
