Los sueños son el producto de nuestra propia imaginación, una historia visual y emocional que no sigue ninguna lógica o norma de nuestra vida despierta. Y aunque a veces nos sorprenda, lo cierto es que prácticamente todo el mundo tiene sueños eróticos, independientemente de su estado civil.
Según el experto en neurociencia Rahul Jandial, uno de cada 12 sueños contiene imágenes sexuales, siendo los besos, las relaciones sexuales, el sexo oral, los abrazos y la masturbación las escenas más comunes. Pero, ¿qué revelan realmente estos sueños eróticos sobre nuestro subconsciente?
¿Deben preocuparnos los sueños eróticos?
El doctor Jandial explica que los sueños eróticos son universales y tienen un propósito. Llegan antes del acto sexual y quizás sirven como una guía instintiva sobre lo que las especies deben hacer para procrearse. «Estos sueños llegan para guiarnos y para que en la vida despierta busquemos el acto erótico», subraya.
Entonces, ¿debemos preocuparnos si soñamos con nuestra ex pareja, el panadero o el vecino? Según el experto, todo depende de la salud de nuestra relación actual. Si es una relación sana, estos sueños no indican nada preocupante, ya que simplemente reflejan nuestros deseos incorporados. Pero si la relación no es tan saludable, los sueños eróticos con otras personas pueden ser una señal de que algo no va bien.
Diferencias entre hombres y mujeres
Los estudios también han revelado algunas diferencias de género en cuanto a los sueños eróticos. Los hombres solteros tienden a tener más sueños sexuales que los que mantienen una relación estable. Por el contrario, las mujeres informan de más sueños sexuales cuando echan de menos a su pareja o cuando están en un momento romántico.
Además, Jandial señala que tanto hombres como mujeres pueden experimentar cambios de sexo o bisexualidad en sus sueños, algo que no necesariamente refleja deseos latentes, sino más bien una «plataforma cognitiva» sobre la que evolucionó la fluidez y el ingenio sexuales.
En resumen, los sueños eróticos son universales y no deben preocuparnos si nuestra relación es sana. Simplemente son una manifestación de nuestros deseos y una guía instintiva sobre la sexualidad humana.
