En un duro golpe para el club Independiente, el Estadio Libertadores de América, en Avellaneda, ha sido clausurado por orden del gobierno de la provincia de Buenos Aires tras los graves incidentes ocurridos durante el partido de la Copa Sudamericana contra Universidad de Chile.
Según informó Javier Alonso, ministro de Seguridad bonaerense, la medida se tomó a pedido del fiscal interviniente, quien señaló la presencia de «manchas hepáticas en las tribunas» y la necesidad de realizar más pericias. Esta decisión llega en un momento clave para el ‘Rojo’, ya que ahora no podrá jugar como local el próximo encuentro de la Liga Profesional contra Platense.
Identificación de Responsables y Sanciones Judiciales
Según las autoridades, el trabajo de identificación de los involucrados en los incidentes ya ha dado sus frutos, con unas 20 causas judiciales abiertas. Alonso fue contundente al señalar que «hay gente que tiene que rendir cuentas», apuntando a fallas en el operativo de seguridad a cargo de una empresa que «tenía que estar y no estuvo».
Además, el ministro cuestionó la actuación de la organización del torneo, asegurando que se le avisó en tres ocasiones sobre la necesidad de suspender el partido, pero el coordinador de la Conmebol «no quiso».
Impacto en el Calendario del ‘Rojo’
La clausura del estadio tendrá un impacto directo en el calendario de Independiente, ya que el próximo partido de la Liga Profesional contra Platense, programado para el domingo 24 de agosto, deberá disputarse en una sede a confirmar fuera de Avellaneda.
Esta sanción representa un duro golpe para el ‘Rojo’, que deberá enfrentar las consecuencias de los violentos incidentes ocurridos durante el encuentro internacional. La justicia ya ha puesto la lupa sobre los hechos y se espera que se tomen medidas adicionales contra los responsables.