La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) ha abierto un expediente disciplinario en contra de Independiente y Universidad de Chile tras los graves incidentes protagonizados por hinchas de ambos equipos en el estadio Libertadores de América en Avellaneda.
Según el informe revelado por Dsports, el árbitro uruguayo Gustavo Tejera detalló una serie de falencias y actos de violencia cometidos por los seguidores de ambos clubes. Entre ellos, se menciona el lanzamiento de objetos por parte de hinchas azules ubicados en la Tribuna Sur hacia la bandeja inferior, donde había gente del equipo local.
Además, Tejera indicó que las autoridades de Conmebol les solicitaron no ingresar al campo de juego debido a los hechos de violencia que ya se habían desatado en la zona. Sin embargo, sin su autorización, se emitió una orden de desalojo de la bandeja superior, donde estaban apostados los hinchas visitantes, lo que provocó que hinchas locales ingresaran a esa zona y se iniciaran agresiones de «alto nivel de peligrosidad».
Responsabilidad de Independiente y Universidad de Chile
Conmebol apunta principalmente a la responsabilidad de Independiente como organizador del partido, señalando su incumplimiento en varios puntos del Código Disciplinario, como la responsabilidad objetiva, la seguridad y el orden tanto en el interior como en las inmediaciones del estadio, la invasión o tentativa de invasión del terreno de juego, y la discriminación.
Por su parte, a Universidad de Chile se le responsabiliza por faltas relacionadas con la responsabilidad objetiva y el comportamiento de sus hinchas, el orden y la seguridad en el partido, y la interrupción, suspensión, abandono y cancelación del partido.
Alegatos y Sanciones Pendientes
Ahora, ambos clubes tendrán plazo hasta el miércoles 27 de agosto para presentar sus alegatos ante Conmebol. Las sanciones que podrían recibir aún no han sido determinadas, pero es evidente que la Confederación Sudamericana de Fútbol tomará medidas drásticas para castigar la violencia y los incidentes ocurridos en Avellaneda.
Este lamentable episodio pone de manifiesto la necesidad urgente de que los clubes y las autoridades deportivas tomen acciones contundentes para erradicar la violencia de los estadios y garantizar la seguridad de los aficionados. Solo así podremos disfrutar del fútbol como el espectáculo que debe ser.