En un incidente que sacudió al mundo del fútbol, un hincha de Universidad de Chile, identificado como Marcelo, relató su impactante versión de los hechos que lo llevaron a caer desde la tribuna Sur Alta del estadio Libertadores de América en Avellaneda.
«(Caí) Como veinte metros, si no es más. Todos los doctores me han dicho lo mismo, que estoy caminando de milagro, a mis compañeros lo mismo», contó Marcelo a Meganoticias.
Según su testimonio, la violencia se desató cuando los hinchas de Independiente lograron romper una puerta y acceder al sector designado para los seguidores chilenos. «Intentamos aguantar lo más que pudimos esa puerta para que escapara la gente de la U: mujeres, niños, guaguas, abuelos», explicó Marcelo.
Una Caída Que Pudo Ser Fatal
Ante la imposibilidad de escapar, Marcelo y otros aficionados se vieron obligados a saltar desde la tribuna. «Nos empujaron. Tenemos los videos de cómo nos están empujando. Nos pegaron, nos hicieron saltar. Venían con cuchillas, con fierros, no teníamos por donde escapar, no teníamos otra opción. Era eso o dejar que me pegaran puñaladas hasta morir», relató.
Pero la pesadilla no terminó ahí. Según Marcelo, la Policía, en lugar de sacarlos de la zona de peligro, los hizo encontrarse con más hinchas de Independiente, quienes los golpearon y les quitaron sus pertenencias.
Maltrato Policial
Marcelo también denunció el trato que recibieron por parte de las autoridades. «Cuando caigo, perdí la conciencia. Escuché pitidos en los oídos, la vista nublada así negra, adolorido… Ayudé a mi amigo que estaba al lado mío, que también se había tirado. Después nos pegan los de Independiente, nos quitan las cosas y ahí sale la Policía. Nos pegan y nos tiran y donde están los hinchas de La U tirados en el pasto y ahí, nos suben al retén», detalló.
Según su relato, el trato que recibieron en el retén policial fue aún peor. «Nos pesca la Policía y nos sube a un retén culiao (sic.) que es para máximo diez personas y nos suben a cincuenta en un retén. Es un hacinamiento en el que no puedes respirar. Nos trataron como animales. No nos dejaban comer, la primera noche no nos dejaron comer, tomar agua, nada», sentenció.
Una Tragedia Evitable
El testimonio de Marcelo pone de manifiesto la grave situación de violencia que se vivió en Avellaneda y la falta de un adecuado protocolo de seguridad por parte de las autoridades. Su caída, que milagrosamente no le costó la vida, es una muestra de la barbarie que aún persiste en el fútbol y la urgente necesidad de tomar medidas para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir.