En una comparecencia ante la Comisión de Economía de la Cámara de Diputadas y Diputados, la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, advirtió sobre los graves efectos que tendría la restricción o eliminación del uso de la Unidad de Fomento (UF) en diversos ámbitos, especialmente en el acceso al crédito hipotecario.
La UF es un mecanismo de reajuste utilizado en contratos de arriendo, créditos hipotecarios, planes de salud y servicios educacionales, entre otros. Actualmente, se debate en el Congreso un proyecto que busca limitar su uso, encontrando apoyo en algunos sectores políticos, pero también fuertes críticas desde el sector privado, expertos y el propio Ministerio de Hacienda.
Efectos negativos en el crédito hipotecario
Según Costa, la eliminación o restricción del valor reajustable de la UF «tendría efectos negativos, particularmente en los contratos de largo plazo», como los créditos hipotecarios. Más del 90% de estos préstamos se otorgan en UF, lo que permite plazos de financiamiento de hasta 30 años con tasas reales más bajas y cuotas estables en términos de poder adquisitivo.
En contraste, si se elimina la UF, los oferentes (bancos, cooperativas o financieras) trasladarían el riesgo inflacionario a las tasas en pesos o utilizarían tasas variables, lo que elevaría significativamente los costos para los hogares y reduciría su acceso al crédito.
Como ejemplo, la presidenta del Banco Central señaló que, en 2024, un préstamo hipotecario de 3.000 UF a 25 años tenía una tasa de interés real anual de 4,8% y una cuota mensual de $665.000. En cambio, un préstamo en pesos por el mismo monto, pero a 15 años, tendría una tasa nominal anual de 8,2% y una cuota cercana a $1.100.000.
Impacto en otros sectores
Más allá del crédito hipotecario, Costa advirtió que la limitación de la UF también podría tener efectos negativos en otros ámbitos, como la educación, la salud y los arriendos. Los mayores costos por la inflación podrían trasladarse a los precios finales, ya sea mediante la elevación directa de los precios o la inclusión de primas adicionales por el «riesgo de error» en la estimación de la inflación.
La presidenta del Banco Central recalcó que la limitación de la UF «no tendría impacto alguno sobre el control de la inflación y, por lo tanto, no afectaría la evolución del costo de la vida». Por el contrario, lo que sí afecta el costo de vida es una inflación baja y estable, que el Banco Central controla a través de su política monetaria.
En conclusión, Rosanna Costa hizo un llamado a analizar «separadamente cada mercado desde el punto de vista técnico», evaluando cuidadosamente los costos y beneficios de las posibles decisiones sobre el uso de la UF, considerando los efectos tanto en los contratos vigentes como en el acceso a créditos y servicios clave para los hogares.