En una contundente respuesta al presidente estadounidense Donald Trump, el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha salido en defensa de la imagen de su país, afirmando que «decirle al mundo que este país es horrible para negociar no es verdad».
Durante la inauguración de una fábrica de la empresa china GWM en la ciudad de Iracemápolis, Lula criticó duramente las declaraciones de Trump, quien había acusado a Brasil de tratar «muy mal» a las empresas estadounidenses y de ser un país «horrible» para negociar. El presidente brasileño rechazó tajantemente estas afirmaciones, señalando que «no puede admitir que el presidente de Estados Unidos diga tantas mentiras sobre Brasil», un país que «tiene un pueblo que merece respeto».
Aranceles y Tensiones Comerciales
Lula volvió a reclamar por los aranceles del 50% que Trump le ha impuesto a los productos brasileños como represalia por el juicio por golpismo que cursa en la Corte Suprema contra el expresidente Jair Bolsonaro. El mandatario brasileño consideró esta decisión como «un momento de provocación» sin justificaciones comerciales, recordando que el intercambio entre ambos países es favorable a Estados Unidos desde hace quince años.
En este contexto de tensiones comerciales, Lula subrayó que «no hay comercio justo cuando un país grande intenta someter a los más pequeños», y reafirmó su compromiso de «pelear para que el mundo sea más equilibrado y que se rescate al multilateralismo».
Derechos Humanos y Relaciones Internacionales
Otro punto de fricción entre Brasil y Estados Unidos ha sido la cuestión de los derechos humanos. Trump, en su último informe sobre la situación global, volcó diversas críticas a Brasil, vinculadas en parte al proceso judicial contra Bolsonaro y a una supuesta «persecución» de los conservadores.
Lula rechazó enérgicamente estas acusaciones, afirmando que «no puede admitir que el presidente de Estados Unidos diga tantas mentiras sobre Brasil». El mandatario brasileño destacó que su país «tiene un pueblo que merece respeto» y que su Gobierno «va a pelear para que el mundo sea más equilibrado y que se rescate al multilateralismo».
La inauguración de la planta de GWM en Brasil también fue vista por Lula como una muestra de la creciente relación estratégica que su país ha establecido con China, el mayor socio comercial de Brasil desde hace casi dos décadas, desplazando a Estados Unidos de esa posición.
En resumen, el presidente Lula ha respondido con firmeza a las críticas de Trump, defendiendo la reputación de Brasil y exigiendo respeto para su país y su pueblo. La tensión entre ambos líderes refleja las complejas dinámicas comerciales y geopolíticas que atraviesan la relación entre Brasil y Estados Unidos.
