La Comisión Nacional de Energía (CNE) ha iniciado una licitación excepcional de corto plazo con el objetivo de garantizar la cobertura total del suministro eléctrico para los clientes regulados durante el año 2026. Este movimiento se produce después de que diversas empresas que previamente participaron en la licitación de 2021 hayan manifestado «la imposibilidad de dar cumplimiento» a los contratos, lo que se conoce como «término anticipado».
Según expertos, de entrar contratos más baratos, el precio de la luz podría caer del orden de un 2,1%, pero si se mantienen los contratos caros, el efecto sería inverso, provocando un alza en la tarifa eléctrica.
¿Cómo se calcula el precio de generación?
El precio de la generación, que equivale al 70% de la tarifa que se paga en las boletas cada mes, se calcula como el promedio de los contratos eléctricos. Para realizar este cálculo, se utilizan indexadores como el precio de los combustibles y el IPC de Estados Unidos.
De acuerdo a las cifras de actualización de precio nudo del segundo semestre, solo un contrato indexado a gas natural aumentó en un 5.8%. Esto demuestra la volatilidad de los factores que influyen en el costo de la energía.
El Impacto de los Contratos en la Cuenta de la Luz
Durante este año, se terminarán tres contratos —uno de Colbún y dos de Enel— que tienen un precio más bajo que el promedio. En el año 2026, debían entrar cinco contratos de la licitación correspondiente a 2021, que representan el 7% de la energía contratada y en promedio son un 69% más baratos que el promedio de todos los contratos. De hecho, solo por efecto de estos nuevos contratos, el promedio de los contratos bajaría en un 2.1%.
Sin embargo, el 28 de julio la CNE publicó un «informe preliminar de licitaciones» donde explícita que las empresas detrás de dichos contratos «han manifestado la imposibilidad de dar cumplimiento» y se produce lo que se llama «término anticipado».
Implicaciones para los Consumidores
Javier Piedra Fierro, director ejecutivo de la Fundación Energía para todos, explicó que «lo que pudiera ser una reducción en la tarifa eléctrica, se va a convertir en un alza, puesto que vamos a seguir manteniendo contratos antiguos, caros, algunos de ellos (combustibles) fósiles».
En otras palabras, lejos de bajar el precio de la energía en enero un 2.1%, podría subir un 4.2%. Esto representa un golpe al bolsillo de los consumidores, quienes esperaban una reducción en sus cuentas de luz.
Licitación Excepcional para Asegurar el Suministro
Ante este escenario, la Comisión Nacional de Energía (CNE) ha iniciado una licitación excepcional de corto plazo con el objetivo de asegurar la cobertura a los clientes regulados durante el año 2026.
Según Héctor Chávez, académico del departamento de ingeniería eléctrica de la Universidad de Santiago, estos procesos buscan «priorizar que los costos no sean altos pensando en la ciudadanía». Se espera que el resultado de esta licitación tenga «mejores precios para el suministro de la energía del próximo año».
En resumen, la CNE está trabajando activamente para evitar que los problemas contractuales se traduzcan en un aumento significativo en las cuentas de luz de los consumidores regulados. Sin embargo, los expertos advierten que, de mantenerse los contratos caros, el efecto podría ser el opuesto, con un alza en los precios de la energía.