La comunidad chilena de entretenimiento y diversión familiar está de luto. Gerardo Arteaga Oehninger, el visionario fundador de Fantasilandia y la red de centros de entretenimiento Happyland, falleció a los 81 años de edad.
La familia de Arteaga confirmó su fallecimiento a través de una declaración pública: «Gerardo deja una huella imborrable en la historia del entretenimiento nacional. Su visión emprendedora y pasión por entregar alegría a personas de todas las edades transformaron a Fantasilandia, como también a Happyland, en íconos de la diversión familiar, marcando a varias generaciones con momentos inolvidables».
De empresario agrícola a pionero del entretenimiento
Antes de dedicarse al mundo del entretenimiento, Arteaga se destacó como un exitoso empresario agrícola y exportador de fruta premium en la zona de Paine. Además, ejerció cargos gremiales relevantes, como vicepresidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), dirigente de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) y presidente de la Feria Internacional de Santiago (FISA).
Pero la verdadera pasión de Arteaga era brindar alegría y diversión a las familias chilenas. La historia de Fantasilandia comenzó mucho antes de su apertura en 1978, cuando Arteaga conoció al sacerdote belga Josse Van Der Rest en el colegio. Años más tarde, en 1975, un llamado del sacerdote —quien enfrentaba una crisis financiera en el Hogar de Cristo— unió nuevamente sus caminos: Van Der Rest le ofreció unos antiguos autos scooters como forma de pago por un préstamo.
El nacimiento de un ícono de la diversión
Arteaga llevó esa chatarra a talleres mecánicos, logró rescatar algo y con eso inauguró los autos chocadores en el Estero Marga Marga en Viña del Mar. Fue tras ese intento que llevó esta atracción a Santiago, en un sitio de Avenida Kennedy, frente a lo que hoy es Parque Arauco.
Pero fue un viaje de negocios a Brasil lo que encendió su interés por instalar un parque de diversiones en Santiago. En 1978, con el apoyo del entonces alcalde de Santiago, Patricio Mekis, y de tres socios, consiguió un crédito Corfo y trajo desde Europa las primeras atracciones. Así nació Fantasilandia, que abrió sus puertas el 26 de enero de 1978, construido en solo 115 días.
En su inauguración, Fantasilandia contaba con ocho juegos: Pulpo, Century 2000, Mansión Siniestra, Carrusel, Ford T, Amor Express, Alfombra Mágica y los autos chocadores. Desde entonces, el parque ha seguido operando y evolucionando, convirtiéndose en un ícono de la diversión familiar en Chile.
El legado de Gerardo Arteaga
La partida de Gerardo Arteaga deja un vacío en la industria del entretenimiento chileno. Su visión emprendedora, su pasión por la alegría y su compromiso con las familias marcaron a varias generaciones con momentos inolvidables en Fantasilandia y Happyland. Su legado como pionero y visionario del sector perdurará por siempre.
Descansa en paz, Gerardo Arteaga. Tu nombre quedará grabado en la historia como el creador de algunos de los espacios más emblemáticos de diversión y entretenimiento familiar en Chile.