En un movimiento que refleja la creciente tensión geopolítica, Rusia y Bielorrusia han anunciado que practicarán el uso de armas nucleares y misiles hipersónicos durante sus próximos ejercicios militares conjuntos, Zapad-2025. Según informó el ministro de Defensa bielorruso, Víktor Jrenin, este elemento es de «importancia estratégica» para la disuasión de sus adversarios.
Preparándose para lo peor
Jrenin explicó que, tal como les exige el presidente Alexandr Lukashenko, los militares de ambos países «deben estar listos para todo». Esto incluye la planificación del uso de armas nucleares y del sistema de misiles Oreshnik, que Rusia ha prometido suministrar a Bielorrusia.
El ministro bielorruso justificó estas medidas señalando la «militarización y actividades militares» de los países de la OTAN en las fronteras occidentales y norteñas de Bielorrusia. «Tenemos que mantener la pólvora seca», afirmó Jrenin, enfatizando la necesidad de estar preparados.
Ejercicios a gran escala
Las maniobras Zapad-2025, cuya fase activa está prevista para septiembre, movilizarán a al menos 13.000 efectivos bielorrusos, junto con fuerzas rusas cuyo número no se ha especificado. Estos ejercicios se producen después de que Bielorrusia firmara un acuerdo de seguridad con Rusia a finales de 2024, lo que abrió la puerta a la posible instalación de misiles balísticos hipersónicos Oréshnik en territorio bielorruso.
Tensión creciente
La decisión de Rusia y Bielorrusia de ensayar el uso de armas nucleares y misiles hipersónicos en estos ejercicios refleja la creciente tensión en la región. Ante la percepción de una amenaza por parte de la OTAN, los aliados buscan fortalecer su capacidad de disuasión y respuesta, lo que podría aumentar aún más la inestabilidad geopolítica.
Expertos advierten que este tipo de maniobras, que involucran armamento nuclear y de última generación, elevan significativamente los riesgos de escalada y accidentes. Sin embargo, Rusia y Bielorrusia parecen decididas a mantener su postura de firmeza y preparación ante lo que consideran una amenaza creciente.