En una acción temeraria y peligrosa, el piloto e influencer Ethan Guo (19 años) aterrizó ilegalmente en la Antártica chilena, modificando drásticamente su plan de vuelo original. Este acto no solo puso en riesgo la seguridad del tráfico aéreo, sino que también plantea un serio problema de soberanía nacional.
Según el fiscal regional de Magallanes, Cristián Crisosto, Guo entregó información falsa a las autoridades sobre su ruta de vuelo, lo que desencadenó una alerta de posible siniestro aéreo. A pesar de que se le autorizó el aterrizaje en la base Eduardo Frei Montalva por razones humanitarias, la Fiscalía argumenta que el joven siempre tuvo la intención de llegar a la Antártica, poniendo en riesgo su propia vida y la seguridad del tráfico aéreo mundial.
La Travesía Peligrosa y el Delito Imputado
El fiscal Crisosto explica que Guo fue formalizado por infracción al Código Aeronáutico, artículo 194, que sanciona a los pilotos que entregan información falsa o incorrecta sobre su plan de vuelo a la autoridad. Este delito busca proteger la seguridad del tráfico aéreo, ya que los aviones comparten «verdaderas carreteras aéreas» que deben ser informadas oportunamente.
Aunque la defensa argumentó que Guo se había perdido, el fiscal refuta esta versión señalando que existían al menos seis aeródromos entre Punta Arenas y Puerto Williams donde pudo haber aterrizado en caso de emergencia. Además, los antecedentes indican que el joven había anunciado en redes sociales su intención de volar a la Antártica, lo que contradice su supuesta pérdida.
Consecuencias Legales y Futuro Incierto del Avión
Como resultado, Guo quedó en libertad con medidas cautelares, pero se le prohibió ingresar a Chile por 3 años y debió pagar $30.000 dólares a la Fundación Nuestros Hijos. El fiscal se mostró conforme con esta salida alternativa, ya que permite resolver el caso de manera más eficiente que una sentencia condenatoria.
Actualmente, Guo se encuentra alojado en dependencias de la Fuerza Aérea Chilena en la Antártica, obligado a pagar su manutención y la guarda de su avión. Sin embargo, el fiscal advierte que la aeronave no cumple con las normas internacionales y nacionales para salir volando de la Antártica, por lo que su futuro es incierto: «Ese avión no va a poder salir volando a menos que cumpla con todas las normas, no solamente internacionales, sino la normativa nacional. Hoy día no las está cumpliendo y es muy difícil que las cumpla».