Muchas veces, el problema no es la cantidad de alimentos que tenemos, sino cómo los gestionamos en casa. Planificar bien, ordenar el refrigerador y conocer la vida útil de los productos puede hacer una gran diferencia a la hora de evitar el desperdicio.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a nivel mundial se pierden o desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos cada año, lo que equivale a un tercio de toda la producción destinada al consumo humano. Esta cifra representa no solo una pérdida económica y social significativa, sino también un fuerte impacto ambiental.
Conocer la Vida Útil de los Alimentos
Muchas veces botamos comida por no saber si aún es segura para el consumo. Conocer estos tiempos permite planificar mejor, ahorrar dinero y evitar riesgos para la salud, explica la nutricionista Evelyn Figueroa, jefa de planificación operacional en Aramark Chile.
Algunos ejemplos:
- Carnes crudas: 2 a 3 días en el refrigerador.
- Carnes cocidas o sobras: hasta 4 días.
- Lácteos abiertos: entre 5 y 7 días.
- Huevos: hasta 3 semanas si están refrigerados.
- Frutas y verduras: entre 3 y 10 días, según el tipo y forma de almacenamiento.
Ordenar el Refrigerador: Una Clave Clave
El orden del refrigerador no solo es estético: ayuda a conservar mejor los alimentos y evitar la contaminación cruzada. Lo ideal es seguir esta lógica:
- Parte superior: alimentos cocidos, preparados o listos para consumir.
- Zona media: lácteos, huevos y embutidos.
- Zona inferior: carnes crudas, siempre bien selladas.
- Cajones: frutas y verduras, de preferencia separadas.
Usar envases transparentes y etiquetar con la fecha de preparación ayuda a «ver» lo que tenemos y consumir antes lo más antiguo. «Una forma práctica de evitar que los alimentos se pierdan es mantener los productos más antiguos a la vista y al frente. Lo que se ve, se consume», recomienda Figueroa.
Trucos para Alargar la Vida Útil
Con pequeños cambios se puede alargar la vida útil de muchos alimentos. Sigue estos consejos y notarás la diferencia:
- Limones: guárdalos en frascos con agua para que duren más.
- Lechuga: envuelta en papel absorbente, en un contenedor hermético.
- Plátanos: sepáralos del racimo o congélalos si están muy maduros.
- Manzanas: mantenlas lejos de otras frutas para evitar que aceleren su maduración.
- Palta abierta: rocíala con jugo de limón, cúbrela con film plástico y guárdala con el cuesco.
- ¿Demasiadas paltas maduras? Tritúralas y congélalas en porciones para guacamole o pastas.
Con estos sencillos trucos, podrás aprovechar al máximo tus alimentos, ahorrar dinero y reducir el impacto ambiental del desperdicio. ¡Pon en práctica estos consejos y disfruta de tus víveres por más tiempo!